Sesión agitada al ritmo de Metrovías

Sesión agitada al ritmo de Metrovías

Ante un recinto con las gradas repletas de trabajadores de Metrovías, los legisladores porteños debatían la insistencia de la "Ley de las seis horas" ante el el veto del jefe de Gobierno. Jorge Altamira denunció la presencia de Enrique "Coti" Nosiglia en una reunión que mantuvo Ibarra con el bloque radical, en la ocasión en que éstos -y los oficialistas- no bajaron al recinto. Vilma Ripoll denunció irregularidades en los balances de la empresa. Dos monedazos y un botellazo llevaron la situación a un cuarto intermedio que aún perdura


El clima venía caldeado desde que el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, vetó la ley que reducía a seis las horas de trabajo por insalubridad de los trabajadores de Metrovías. Interminables reuniones se llevaron a cabo tratando de llevar a buen puerto las negociaciones, pero resultaron inútiles. El miércoles pasado Ibarra citó a su despacho a los principales referentes del bloque radical "haciéndoles recordar" que aún eran oficialistas. El resultado fue que al día siguiente la Alianza dejó vacías sus bancas, lo que enardeció aún más a los trabajadores, que hoy los rechiflaban cada vez que hacían uso de la palabra.

Jorge Altamira cargó las tintas sobre la presencia de Enrique "Coti" Nosiglia en la reunión citada, argumentando que el ex ministro del Interior de Raúl Alfonsín "siempre se constituye en el nexo entre los grupos económicos y el poder político de turno" y reclamó la creación de una Comisión Investigadora para reconstruir los hechos por los cuales el bloque aliancista casi en su totalidad había cambiado de parecer luego de inclinarse por la positiva en la primera votación.

A su tiempo, Vilma Ripoll, esta vez no habló de "Banelco" sino que intentó explicar, balances y calculadora en mano, que los números de Roggio estaban "tocados, no puede ser nunca que tengan el déficit que declaran" al tiempo que denunció que las empresas de mantenimiento y limpieza, también propiedad de Roggio "acusaban sobreprecios en los sueldos del personal".

El peronismo, con perfil bajo en esta ocasión, también apoyó la insistencia a través de su jefa de bloque, María Lucila Colombo, quien le reclamó a Ibarra que se preocupe menos por la campaña de Lula y más por los trabajadores argentinos. Luego Laura Moresi se encargó de sostener la negativa del Frente Grande, haciendo la salvedad de que "tenía instrucciones de Ibarra de seguir conversando acerca de las condiciones de seguridad de los trabajadores".

Dos monedazos que impactaron en las cabezas de los diputados radicales Ernesto Caparra y Cristian Caram, y un botellazo que afortunadamente no trajo consecuencias, determinaron que la sesión pasara a cuarto intermedio por razones de seguridad. La interna de la izquierda, principal operadora de la movilización, empezó a partir de ese entonces a modificar el escenario. Julio Crespo Campos fue el principal perjudicado a la hora de las agresiones.

Alrededor de las 18 se pasó a cuarto intermedio hasta el jueves a las las 14. Por el momento, están a favor de la insistencia el PJ, la izquierda y el ARI; el radicalismo pretende la vuelta a Comisión mientras que el Frente Grande, el Interbloque porteño y Bases y Puntos de Partida directamente se oponen a la reducción. Los trabajadores de Metrovías prometieron volver el próximo jueves y no descartan realizar un paro, aunque pesa la conciliación obligatoria del Ministerio de Trabajo.

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