“Recibimos amenazas toda la semana. Había advertencias de que nos iban a incriminar plantando armas o drogas en nuestros autos, incluso simulando detenciones en flagrancia. Fue una semana muy difícil”, declaró la senadora.
Aunque reconoció que había miedo, la senadora aseguró que estas acciones no lograron desviar la postura de su bloque. “La política no es para quienes tienen miedo, ni se puede legislar cediendo a presiones”, afirmó Di Tuillio, que además destacó la importancia de mantener la independencia y la integridad en el ejercicio legislativo.
En su análisis, Di Tullio también cuestionó los métodos utilizados para consolidar mayorías parlamentarias. Señaló que la designación de cargos estratégicos a cambio de votos mina la confianza en las instituciones democráticas.
🗣️ “Pasó exactamente lo mismo”.
Juliana di Tullio, Senadora Nacional por Buenos Aires (@ditulliojuli).
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— Futurock.fm (@futurockOk) December 15, 2024
“La compra de voluntades se ha hecho evidente con nombramientos como el de la Embajada de la UNESCO o la representación de Kueider en Salto Grande. Estas maniobras se traducen en escándalos institucionales y leyes perjudiciales para la mayoría de los argentinos”, comentó.
Respecto a la sesión en la que se decidió la expulsión de Kueider, Di Tullio se refirió a las declaraciones que, desde el entorno de Javier Milei, cuestionan la legitimidad de la sesión por el hecho de que Victoria Villarruel debía haber asumido la presidencia ante el viaje del Presidente a Italia.
Di Tullio subrayó la legitimidad del procedimiento, respaldado por una amplia mayoría en la Cámara alta. “Si hay problemas en el Ejecutivo, como acefalías o el ejercicio simultáneo de dos cargos, no es competencia del Legislativo. Nuestra resolución no está en cuestión”, argumentó.
La senadora sostuvo que “ningún juez puede meterse en las resoluciones del poder legislativo”, y remató: “si esta sesión es inválida, la de la ley Bases también”.