Por estar a cargo de la cartera de Transporte, Guillermo Dietrich lleva la marca indeleble del Metrobus porteño, esa reforma en el tránsito que es la huella más visible que dejarán los ocho años de gobierno de Mauricio Macri en la Ciudad.
De bajo perfil, en 2013, con la puesta en marcha del Metrobús de la 9 de Julio, Dietrich comenzó a levantar el nivel de conocimiento y la exposición mediática. Suena fuerte como un ministro de Transporte nacional si Macri gana la presidencia, y en caso contrario, es posible que Horacio Rodríguez Larreta lo nombre ministro en la Ciudad.
Pero en la desesperación macrista por conseguir un balotaje presidencia no hay recursos perezosos o inutilizables. Así es que entra Dietrich a jugar fuerte en Provincia, junto con casi medio centenar de miembros del G25 (que lidera junto a Esteban Bullrich), con la meta puesta en la estructura, el armado y la logística. Por esa tarea encargada, Dietrich redobló sus visitas a territorio bonaerense y entre hoy y mañana visitará Pergamino, Capital Sarmiento, Arrecifes y San Antonio de Areco, en donde se encontrará con los candidatos locales.
Aunque no sólo eso: esta semana, Dietrich sorprendió con la difusión de una foto suya –y tomada en su despacho- junto al candidato a intendente de Hurlingham por Cambiemos, Lucas Delfino, quienes recibieron a la funcionaria encargada en ese municipio del área de Tránsito, Belén Olivastri, quien abandonó el massismo y se pasó al PRO.
“En las PASO hubo algunos baches, y la idea es que Dietrich, junto con otros, ayuden a cubrirlos”, explicaron a Noticias Urbanas desde su entorno. “Con la venia de Rodríguez Larreta, está trabajando para centralizar la labor del voluntariado de la Capital que va a Provincia y equilibrar el aporte que dan. Son unos 4.500 entre voluntarios y militantes porteños que en la campaña previa a las primarias y ahora de vuelta ayudaron a militar y fiscalizar”, agregaron.
Dietrich puso en marcha una capacitación mejor para fiscales y mucho hincapié en la logística: “Por ejemplo el tema autos es clave para las viandas y las boletas. Se decidió que los candidatos no pueden ocuparse más de la campaña, o sea cosas como los traslados, para eso hay referentes locales. Estamos asistiendo hasta el mínimo detalle, para que no pase como en las PASO que hubo fiscales que recibieron las viandas a las 15”, informaron desde su equipo, integrado por un entramado de colaboradores de varios ministerios (Desarrollo Social, Hacienda, Educación, etc).
Sin embargo, como es ley en el macrismo, quien comienza a levantar el perfil puede provocar resquemores. “Lo que hace no es gran cosa, suele ser muy exagerado”, dijeron desde el comando de campaña. “Hace un buen aporte, y nada más”, respondió otra fuente del macrismo bonaerense, interesados, como suele pasar, en que nadie venga a hurgar en lo que tanto costó alambrar.
Lo de Dietrich no sólo muestra la voluntad de Macri de poner en la cancha todos los jugadores que hagan falta para ganar esta elección, sino la debilidad que aún tiene el Pro en el mayor distrito del país. En tan sólo dos semanas se sabrá si el esfuerzo alcanzó.