La confrontación política se hizo presente – una vez más – en el Congreso de la Nación. Las diferentes visiones sobre los temas y las presiones entres los bloques hacen que el tratamiento legislativo de los proyectos conlleve a casi una paralización de la actividad de uno de los poderes centrales para gobernar.
Luego del resultado de las PASO y del mensaje que la sociedad emitió a través de las urnas, la dirigencia política se vio presionada a mostrar gestión y el Congreso, en medio de la tormenta, intentó ir por ese rumbo, más allá de los obstáculos que se le viene presentando por los números ajustados, la falta de acuerdos políticos y la campaña electoral, como parámetro para medir el poder que posee cada fuerza política.
Pensando en octubre y en el ajustado resultado electoral, sumado a las demandas sociales, el miércoles, la Cámara de Diputados avanzó en la modificación de la Ley de Alquileres.
En una sesión, que dejó sabor a poco por lo que implican los cambios a la ley actual (27.551), la oposición logró imponer su proyecto que tenía dictamen de minoría y se aprobó con 115 en contra y 3 abstenciones. Las estrategias y las negociaciones que se fueron tejiendo entre los bloques opositores al Gobierno se impusieron en el recinto e inclinaron la balanza a su favor.
Asimismo, la primera prueba de fuego fue llegar al quórum (129) que se necesitaba para abrir la sesión y comenzar el debate. En tanto, Juntos por el Cambio, con la ayuda de los socialistas, los libertarios y de los bloques SER, Juntos Somos Río Negro, Identidad Bonaerense y Córdoba Federal, no solo consiguió los 129 diputados, sino que logró posicionarse, frente al oficialismo, como la principal fuerza opositora, ya que contó con los números para imponer su proyecto, pero, además, el diálogo entre las fuerzas dejó de manifiesto que pudieron imponer su propia agenda legislativa.
La segunda prueba fue ceder y acordar algunos puntos del proyecto para sancionar el proyecto en el recinto. Es por ello que las reuniones y los diálogos se mantuvieron hasta último momento para alcanzar los 125 votos afirmativos. Más allá de que los libertarios y la izquierda no acompañaron la iniciativa, la oposición se impuso sobre el proyecto del FdT que tenía dictamen de mayoría y no llegó con los diputados suficientes para su aprobación. Se rechazó por 131 votos negativos y 109 afirmativos.
Asimismo, las diferentes voces que se escucharon luego de la votación estuvieron vinculadas a las posturas antagónicas que tienen los diputados nacionales sobre los temas.
En este sentido, Noticias Urbanas dialogó con la diputada nacional Karina Banfi (UCR) acerca de la intención de su espacio de derogar la ley actual, aunque la votación resultó negativa debido a que se necesitaban los dos tercios: “Nosotros siempre tuvimos la voluntad de derogar la ley en su totalidad, pero lamentablemente no pudimos obtener la mayoría”.
Y agregó: “Para nosotros era importante explicarle a la gente que nosotros tenemos la intención de derogar esta ley en su conjunto, porque efectivamente hay que volver al sistema del Código Civil, que genera, en un proceso inflacionario, mucho menos daños a lo que refiere toda la política de mercado de inquilinos”.
Sin embargo, la radical celebró el consenso con el resto de la oposición y los cambios que se le hicieron a la ley: “Lo que logramos fue acordar con otros bloques para construir una mayoría, en donde se pudieran derogar los dos artículos más conflictivos. Esto refiere a que los contratos vuelven a los dos años y a que las partes puedan acordar cuál va a ser el sistema de aumentos teniendo en cuenta los indicadores oficiales y con un piso no menor a los cuatro meses”.
Pero no todas las voces fueron a favor de la aprobación de la ley, ya que desde el Frente de Izquierda votaron en contra del proyecto de JxC. Este medio pudo entrevistar a la legisladora nacional y precandidata a presidenta Myriam Bregman sobre el tema.
Consultada acerca del resultado final, la abogada respondió: “El balance es totalmente negativo porque a los problemas que tenía la ley, hoy, no solo no se solucionaron, sino que se agravaron. Todo lo que se discutió acá es lo que vienen planteando las grandes inmobiliarias y es lo que se vio en el dictamen de minoría y resultó aprobado”.
Por otro lado, Bregman apuntó contra el libertario Javier Milei: “Si esta sesión se pudo iniciar y pudo llegar hasta el final fue porque Milei y su bloque de 3 diputados dio quórum al inicio y lo mantuvo hasta la hora de la votación”. Y advirtió: “Cuando se empiecen a ver las consecuencias de este proyecto, en caso de ser ley, quiero que esté muy claro quiénes son los responsables de haber atacado a quienes alquilan”.
Aunque aseguró que, también, han cuestionado el dictamen de mayoría, planteado por el FdT, que vuelve “con la teoría de que dándole incentivos a las constructoras habrá más viviendas en alquiler y a mejor precio, pero eso ya se demostró que es falso”.
En la misma sintonía, la legisladora nacional Romina Del Plá (PO) respaldó el argumento de su colega y cruzó al oficialismo: “Con la complicidad del Gobierno, se impuso la modificación regresiva de la Ley de Alquileres, que perjudica fuertemente a las y los inquilinos. Hubo 13 ausentes del bloque del FdT que, de haber concurrido, podrían haber cambiado el resultado. Ni hablar del diputado camporista de Salta Emiliano Estrada, que decidió abstenerse en lugar de impugnar la propuesta opositora”.
Por último, el jefe del bloque oficialista Germán Martínez apuntó contra la oposición: “Lo que nosotros planteamos es una serie de incentivos para poder aumentar el stock de viviendas en alquiler sin derogar la Ley de Alquileres, sumando entre otros puntos que el precio del contrato se fije en moneda nacional”.
Más allá de las declaraciones de los distintos bloques y sus diferencias, lo cierto es que ahora le tocará el turno al Senado de la Nación para debatir este proyecto que ya cuenta con la sanción de Diputados. Allí los números son más ajustados aún y la labor legislativa es mucho menor que la de la Cámara baja. Tendrá que verse si la oposición logrará o no el número que necesita para su aprobación y obtener el triunfo sobre el oficialismo. Otro capítulo más que deja la Ley de Alquileres.
¿De qué se trata el proyecto?: algunos puntos centrales
– Los contratos vuelven a ser por 2 años.
– Las actualizaciones tienen que ser en un plazo no inferior a los 4 meses.
– Los aumentos se acuerdan entre las partes. Se pueden tener en cuenta el índice de precios al consumidor, el índice de precios mayoristas y/o el índice de salarios, elaborados el INDEC o una combinación de dichos índices.
– Reforma del régimen de monotributo para que, quienes tengan hasta tres unidades de explotación, se considere como “una sola unidad de explotación independientemente de la cantidad de propiedades afectadas a la misma”.
– Se modifica el impuesto a los débitos y créditos bancarios -más conocido como impuesto al cheque- para que estén exentas aquellas cajas de ahorro o cuentas corrientes “utilizadas en forma exclusiva para las operaciones inherentes a la actividad de locación de inmuebles con destino casa-habitación, cuyos contratos se encuentren debidamente registrados”.
– No se le podrá exigir al inquilino el pago de alquileres anticipados ni depósitos de garantía superiores a un mes.
– Se exime de Bienes Personales a los inmuebles destinados a alquiler.