Novak Djokovic, el tenista número dos del ranking mundial, que llegó a la Argentina para sostener un partido de exhibición ante el número
uno, Rafael Nadal, fue a una escuela de Villa Soldati -ubicada en las cercanías del Club Atlético San Lorenzo de Almagro- para pelotear con
los chicos y decidió allí pedir que le regalaran una camiseta del club del Papa. El serbio ironizó sobre el episodio, al reconocer que la suya fue “la transferencia más rápida del mundo”.
La razón del súbito arranque “cuervo” del tenista serbio fue que los chicos lo silbaron cuando apareció con una camiseta de Boca Juniors, que
le había regalado Mauricio Macri. Luego explicaría que tomó la decisión “al ver la reacción negativa de los niños. Por eso pedí la de San
Lorenzo”, dijo. Conmovido por la pobreza y por la actitud de los chicos, Djokovic los invitó a que lo acompañaran el sábado a La Rural,
cuando se presente frente a Nadal -que en la noche del miércoles perdió en dos sets con David Nalbandian, en su despedida del deporte blanco-
en su partido de exhibición.
Rápido de reflejos, el vicepresidente del club, Marcelo Tinelli, lo asoció a su club y mostró el carnet por la Red de Redes. El presidente
del club, Matías Lammens, entretanto, lo designó como socio activo.
En una conferencia de prensa porterior, realizada en La Rural junto a Horacio Rodríguez Larreta, Djokovic se definió como un “fanático del
fútbol” y reconoció que “ustedes tienen a Lionel Messi, el mejor del mundo”.