Desde el Instituto de Políticas Públicas para la Ciudad de Buenos Aires (ICiudad) se comparó la situación actual de la Argentina en relación a otros países muchas veces tomados como ejemplos tanto para la compra-venta, como en materia de alquiler. “Con el nuevo Código Urbanístico, la estanflación, el aumento del costo de los materiales, la anunciada desaceleración de la obra pública y la desregularización del mercado de alquileres, el desarrollo urbano verá afectada su dinámica ya que la regulación en el mercado habitacional facilita el acceso a la vivienda en todas las partes del mundo”, afirmaron desde el Instituto.
Y agregaron: “El desarrollo urbano es una actividad fuertemente atravesada por expectativas de corto, mediano y largo plazo, aunque las temporalidades largas, que caracterizan a la vida de las ciudades, no son sencillas de manejar en escenarios de cambios económicos, normativos y políticos, como el actual”.
En ese marco, se refirieron a los posibles cambios al Código Urbanístico porteño. “Ante los anuncios de cambios, los actores sociales reaccionan acomodando comportamientos y expectativas. Por ejemplo, en el mes de diciembre, tal vez motivados por los proyectos de introducir cambios en el actual Código Urbanístico – intención en la que coincidieron los diferentes candidatos a la Jefatura de Gobierno – hubo una gran cantidad de obras registradas en comparación con otros años. La estrategia para lograr previsibilidad fue la de registrar proyectos bajo la actual normativa”, señalaron desde ICiudad.
También destacaron la suba en el precio de los materiales al explicar que “en el mismo mes, y producto de la inflación, el costo de los materiales subió casi un 50% según las diferentes mediciones. De acuerdo a la Cámara Argentina de la Construcción, la variación mensual de diciembre en el costo total de la construcción fue del 33%. Estos aumentos se trasladan al precio de las propiedades”. Y destacaron que “no sería extraño que en un contexto de estanflación haya una menor demanda de propiedades y, a la vez, el aumento de costos de la construcción desaliente el inicio de nuevos desarrollos, en un escenario de freno a la obra pública”.
Desregulación de alquileres
También analizaron la situación de los alquileres, algo que afecta a casi la mitad de los porteños. “La desregulación total de los alquileres generó un incremento en la oferta de inmuebles y una suba de precios que pueden ser pactados en cualquier moneda, por cualquier plazo y con el índice de actualización que determine el propietario”, señalaron.
“Esta desregulación del mercado de alquileres va en sentido contrario a los intentos de generar un importante stock de vivienda de renta de largo plazo que caracteriza las políticas de, por ejemplo, Alemania, o Suiza, donde se apuesta a la estabilidad residencial que favorece la generación de redes de cercanía (vecindario, educación, consumo, trabajo) como una condición deseable para el desarrollo urbano, económico y social. Los alquileres de largo plazo y por tiempo indefinido (Suiza) redundan en mayor productividad, cuidado del entorno inmediato, seguridad y salud mental”, agregaron.
Sobre el tema cerraron poniendo un ejemplo internacional: “En el Congreso de los Estados Unidos acaba de obtener media sanción una ley que otorga beneficios fiscales a la construcción de vivienda protegida y que fue votada por republicanos y demócratas. Cierta regulación y establecimiento de reglas de juego, en el mercado habitacional, son la norma en todos los países desarrollados. En el caso de la Argentina, además, el acceso a la vivienda es un derecho protegido por la Constitución, lo cual deja en manos de los poderes públicos su regulación y cuidado”.