La virtual incorporación del abogado de Techint Julio Cordero como nuevo secretario de Trabajo tras el polémico despido por TV de Omar Yasín profundizó la cercanía del grupo empresario a un gobierno que supo nutrirse también de exejecutivos de la Corporación América, como es el caso del propio Javier Milei.
El titular del equipo jurídico del grupo presidido por Paolo Rocca venía desempeñándose como asesor ad honorem del oficialismo e incluso en la última sesión del Consejo del Salario, en representación de la Unión Industrial, mantuvo un cruce con el co-titular de la CGT, Héctor Daer.
En diciembre había asumido como titular de YPF, Horacio Marin. Tras la llegada a la conducción de la petrolera estatal del ex directivo de Tecpetrol, el propio Rocca estuvo en Casa Rosada en una reunión con el ministro Luis “Toto” Caputo y otros empresarios del rubro energético, como Miguel Galuccio.
El CEO de Techint es uno de los ejecutivos que aspira a quedarse con la única megaobra pública que impulsaría este año un oficialismo embanderado con el déficit cero: la reversión del Gasoducto Norte, que tendrá un costo para el Estado nacional cercano a los 800 millones de dólares.
El propio Milei proviene de una de las grandes corporaciones del país, la que lidera Eduardo Eurnekian, en la que se desempeñó varios años como economista.
De la Corporación América provienen varios de sus más altos funcionarios. El caso más emblemático es el de Nicolás Posse que, hasta que se sumó al equipo de campaña de La Libertad Avanza, tenía un cargo gerencial en la sede empresaria del barrio de Palermo.
El jefe de gabinete nombró como secretario de Estrategia Nacional al brigadier retirado Jorge Antelo, a quien conoció de su paso por Aeropuertos Argentina 2000. El militar ha sabido ganar mucha influencia y algunas fuentes lo vinculan con designaciones en el área de Inteligencia del Ministerio de Defensa y en el reordenamiento de la flota área presidencial.
En el Ministerio del Interior también desfilan varios exejecutivos del grupo empresario que tiene, entre otros negocios, la concesión de más de una decena de aeropuertos del país y que en los hechos se ha beneficiado con la apertura de la actividad aerocomercial que promueve la Casa Rosada.
La cartera es conducida por Guillermo Francos. Pero su segundo, Lisandro Catalán, también ocupaba una silla en la sede empresaria pero por la Fundación Acordar, una usina de políticas públicas de la candidatura presidencial de Daniel Scioli. Justamente el exgobernador bonaerense, que hoy ocupa un lugar en esa cartera como secretario de Turismo y Deportes, siempre tuvo una relación cercana con el ejecutivo de origen armenio.
Por ese vínculo entre el sciolismo y el Grupo Eurnekian también se explica la designación al frente del Banco Nación de Daniel Tilliard que, si bien trabajó con Juan Schiaretti en Córdoba, supo ocupar cargos en el BAPRO.
Otro de los “Eurnekian´s boys” es el ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona, abogado de la citada corporación. Su segundo en esa cartera, Sebastián Amerio, que el viernes juró como representante del Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, también habría estado vinculado al empresario armenio.
El desplazado ministro Guillermo Ferraro (Infraestructura) tuvo contacto con la Corporación América a través de su consultora, KPMG, a la que le realizó trabajos de “consultoría externa” para el ambicioso proyecto del túnel bioceánico a Chile. Paradójicamente en el diseño de esa frustrada obra conoció a Posse, quien, a la postre, resultó el factótum de su eyección del Gobierno.