Es miembro Parlamentario del Mercosur y del bloque desde sus comienzos. Se recuerda buscando alianzas, por febrero del 2021, cuando un grupo de amigos le pidió que se acerque a “una posible campaña política que venía muy fuerte”. En ese entonces, el ahora presidente Javier Milei estaba alineado con el político Jose Luis Espert que es también defensor del liberalismo económico.
Acerca de las recientes tensiones internas que surgieron dentro de LLA, vinculadas con la vicepresidenta Victoria Villarruel y sus acciones, el entrevistado explicó que “las diferencias son naturales en cualquier grupo de personas que trabajan en equipo o en un partido político”. Sin embargo, cuestionó que la vicepresidenta “buscó una agenda propia, incompatible con la visión de Javier Milei”.
En relación con este tema, destacó su ausencia en actos oficiales y la polémica visita al penal donde se encuentran detenidos exmilitares procesados por crímenes de lesa humanidad. “La idea era enviar a una persona, porque se decía que no estaban viviendo con mínimas condiciones, pero luego se mediatizó y Villarruel ahí se corrió del hecho, cuando había sido ella quien impulsó esa visita”, relató.
Además, el joven señaló que estas actitudes reflejan un intento de distanciarse de la figura del presidente, algo que él considera contraproducente. “Se quiere ver distante de la imagen de Javier Milei, lo que sería una tontería, porque es el segundo presidente con la imagen más positiva en el mundo”, afirmó Dubois.
En su defensa, la actual vicepresidenta expresó en la red social X que “no estoy participando de ningún armado político y cuando lo haga, lo haré donde el presidente Milei me lo pida. Soy parte del espacio que gobierna nuestro país y aquí me quedaré”.
Mientras surge este cruce dentro del gobierno, es cada vez más notorio el achicamiento del Estado. En lo que va del primer año de gobierno, fueron despedidos 33.000 de los usuarios de los 70.000 contratos temporales. Inevitablemente, surge una pregunta crucial sobre el futuro de quienes quedan fuera del área estatal. Este ajuste fue avalado por el entrevistado como una necesidad, ante ciertos contratos cuyos beneficiarios no cumplían con “funciones claras”. La medida fue calificada como alarmante por algunos sectores, porque miles de personas se quedan fuera del mercado laboral, lejos de las posibilidades de un empleo y un salario digno.
El parlamentario no dio cuenta de un plan para la reinserción laboral para aquellos que perdieron sus empleos, dejando claro que no hay un proyecto para el devenir de los ciudadanos desocupados, ni se tiene en cuenta el destino de esos trabajadores. “Se hacen las cosas con responsabilidad y con consecuencia. El estado no es quien tendría que buscar darle trabajo a la gente”, sentenció.
En relación con esto, aseguró que el futuro está en manos del sector privado. Sugirió que la clave está en la baja de impuestos. La promesa de Milei de estabilizar la economía y reducir la inflación es, a su juicio, el camino adecuado, aunque son inciertos los efectos de estas políticas sobre los sectores más vulnerables. “Estamos en un tiempo de cambio y adaptación, no es fácil, ni agradable, ni simpático, pero es el camino adecuado”, se comprometió el representante del oficialismo.
Si bien Milei viene cumpliendo con muchas de las promesas que anunció en su campaña, nunca anticipó que estas medidas recesivas afectarían directamente a la clase trabajadora.
El ajuste constante promete un futuro con economía estable y con menos inflación, pero las medidas que se tomaron afectaron seriamente a la clase media y baja y a los jubilados. Los costos de la estabilidad económica son muy altos y hasta ahora sólo se garantizan con la promesa de un bienestar futuro.
Dubois aseguró luego que para que el plan de gobierno funcione es esencial el papel del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado. “Lo más importante es seguir bajando regulaciones y quitando leyes. Éramos uno de los países con más regulaciones del mundo”. Además, planteó que en lo que se enfocaron este año fue en estabilizar la moneda, en desacelerar la inflación y en normalizar las exportaciones y las importaciones. “Quedan tres años más y un período tres veces mayor a este proceso. No vamos a bajar los brazos hasta el último día”, finalizó.
El político nombró al campo como un beneficiario principal del plan económico, tras la apertura de las importaciones. Explicó que para aquel sector, pueden ampliar la maquinaria a través de tecnologías que eran retenidas a la hora de ingresar al país. “El mundo es competitivo, busca la eficiencia, hay que fabricar más rápido, a menor costo, usando menos materia prima. La argentina se quedaba atrás a nivel global”, mencionó. Sin embargo, en cuanto a las Pymes, sólo afirmó que “no creo que les afecte, van a tener más productos para ofrecer al mismo mercado”.
La apertura a la libre importación parece afectar negativa y directamente a las pymes locales, si ésta no se acompaña con políticas que protejan el mercado y fomenten su crecimiento. Si eso no sucede, miles de puestos de trabajo quedan en un lugar peligroso.
El trabajo de la industria nacional crea empleo directo para la ciudadanía, diversificando en diferentes áreas, desde el empleado hasta la construcción de la infraestructura. El gobierno la tiene difícil, porque deberá encontrar lo aprovechable de abrir las importaciones y, al mismo tiempo, apostar por el desarrollo económico del país, lo que generará que se reduzca la dependencia externa, fortaleciendo la autonomía económica del país.
El libertario admite que la situación que estamos viviendo “es durísima”, sin embargo, aseguró que el presidente de la Nación está haciendo todo lo que dijo en campaña. “Vamos a hacer lo que haya que hacer para que salgamos a la pobreza”, advirtió.