Si había tensión entre jefe de Gobierno y el asesor Jaime Durán Barba, la verdad que no se nota. El ecuatoriano quedó a cargo de la campaña del PRO en la provincia de Buenos Aires, el distrito más importante del país con casi el 40% del padrón nacional.
Para muchos, que Durán haya quedado allí se trata de un pago después de la fallida elección en Santa Fé, cuando quedó fuera del armado de la estrategia y el PRO, con Miguel del Sel como candidato, perdió por poco a manos del Frente Progresista.
Santa Fe no era una contienda más, era una parada clave en el calendario electoral con el que había soñado el macrismo. Al igual que la definición porteña, donde se ubicó adrede la segunda vuelta (llevando al límite los plazos de la ley) lo más cercano a las PASO presidenciales. La idea era tener varios triunfos en línea, copando los medios semana a semana y usar dicho envión para la batalla por el sillón de Rivadavia.
El traspié santafesino, entonces, encendió una luz de alerta. Es por eso que en la provincia de Buenos Aires se tomarán todos los recaudos habidos y por haber. Durán Barba, incluido.
Para el ecuatoriano, María Eugenia Vidal tiene serias chances de convertirse en la próxima mandamás bonaerense y es por eso que el desafío de diseñar la estrategia de aquí a octubre lo entusiasma. Cree que está cerca de ser la candidata más votada en las PASO y si las proyecciones se mantienen (ellos lo tienen a Macri y Daniel Scioli cabeza a cabeza), el líder del PRO le puede dar el empujón final que necesita para ganar en las generales.
Mientras tanto, pretende que los spots muestren una Vidal aguerrida, con la fuerza necesaria para tomar las riendas de un distrito deficitario y con problemas cronificados, principalmente en los cordones del Conurbano.
Las piezas para televisión y radio están a cargo de los hermanos Joaquín y José Mollá. Los ex dueños de la “Comu” (la agencia la Comunidad) debieron rehacer los trabajos en función de los nuevos pedidos de Durán. En un principio, los spots intentaban dar cuenta de la calidez y la sensibilidad de la ex ministra de Desarrollo Social. Ahora, en cambio, mostrarán la fuerza de la vicejefa de Gobierno. En el macrismo están conformes con el trabajo creativo.
Donde sí hay problemas a montones es en la fiscalización. El ministro de Gobierno porteño, Emilio Monzó, terminó de cerrar las listas (con él incluido como candidato a diputado) y adelantó que fiscalizar la provincia no es de su incumbencia. Por ende, el PRO deberá echarle mano tanto al voluntariado que viene acopiando el secretario General Marcos Peña, como al aporte de fiscales que pueda hacer Daniel Salvador (quien va de vice) con los intendentes radicales del distrito. Dicho sea de paso, al dirigente radical lo mostrarán poco y nada durante la campaña. “No pega con la imagen de cambio que queremos dar”, admitieron a Noticias Urbanas.
A diferencia de Monzó, el que sí le está poniendo el cuerpo a la campaña bonaerense es el intendente de Vicente López, Jorge Macri. El primo de del ex presidente de Boca Juniors participa del barrido territorial.
El jefe de Gobierno, por su parte, no ve la hora de volver a meterse de lleno en la Provincia. Para asegurar la victoria en Ciudad, la segunda vuelta lo obligó a mostrarse algunos días más junto a Rodríguez Larreta. Ahora, estará abocado 100% más allá de la General Paz. De hecho, este fin de semana recorrió Lomas de Zamora junto a Vidal (foto).