Más allá de la gran elección realizada por María Eugenia Vidal, que se convirtió en la candidata a gobernadora bonaerense más votada de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) celebradas este domingo, esta no fue la única sorpresa que se produjo en el terruño que actualmente gobierna el candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli.
Por ejemplo, en Moreno y Merlo, dos barones del conurbano bonaerense cayeron derrotados por paliza contra sus rivales internos. Se trata de los intendentes Mariano West y Raúl Othacehé. El primero, con el 80,78 por ciento de las mesas escrutadas, es vencido por el candidato de La Cámpora, Walter Festa, por 18.075 votos.
En tanto, ‘El Vasco’, que gobierna Merlo desde hace ya 24 años, cayó ante Gustavo Menéndez, un dirigente sciolista que consiguió el aval de los espacios más progresistas del kirchnerismo, como Nuevo Encuentro. La diferencia a favor fue de Menéndez rondó los 25 mil votos.
Otro sciolista que festejó fue Mariano Cascallares, quien destruyó las ambiciones del retornado Darío Giustozzi. El titular del Instituto de Previsión Social bonaerense derrotó a quien fuera uno de los intendentes más votados en 2011, en el marco de las PASO del Frente para la Victoria, luego de que Giustozzi decidiera volver a este espacio tras su paso por el Frente Renovador. 33.286 votos fueron los que separaron a uno de otro.
Por su parte, el intendente de Pilar Humberto Zúccaro, que abandonó el massismo al igual que Giustozzi, tambalea ante el sciolista José Molina en la interna del FPV. Con apenas el 50,4 por ciento de los votos escrutados, el jefe comunal pierde por 40 votos en una elección que promete un final apto sólo para cardíacos.