La iniciativa de instalar nuevos casinos en la ciudad "exclusivamente para turistas que acrediten pasaporte", fue calificado por el Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar (ALEARA) como "retrógrado y discriminatorio". Cabe aclarar que en perímetro de la ciudad no puede haber casinos privados. Desde el gremio nacional, que reúne a todos los trabajadores de bingos, tragamonedas y actividades caninas e hípicas del sector privado, señalaron que la iniciativa del Jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, tomada por algunos legisladores de la Ciudad, es un "absurdo que demuestra el desconocimiento absoluto que tienen sobre la vinculación del turismo con el sector del entretenimiento, el esparcimiento y el ocio".
El titular de Aleara, Daniel Amoroso, le manifestó a NOTICIAS URBANAS que no existe casino en el mundo que aplique esa norma discriminatoria: "Europa y Estados Unidos utilizan sólo la verificación de identidad para cruzarla con las bases de datos de ludópatas que tienen prohibida le entrada, ejerciendo así un fuerte control el estado". Esta "discriminación" generaría -según Amoroso- turistas de primera y turistas de segunda clase. "Nuestros conciudadanos que provienen de distintos puntos del país, se verían discriminados en el acceso", resaltó.
Si bien es necesario recordar que la iniciativa de montar casinos en la ciudad aún no ha sido tratada ni enviada desde el Ejecutivo que, por otra parte, es el único que lo puede hacer, el principal problema en el asunto del juego -dejó entrever el dirigente- sería la falta de una política de estado que integre al turismo con el juego de azar, en el marco de un debate en el que se piense a nivel nacional.
"Nos oponemos a esta forma compulsiva y prepotente de encarar la instalación de salas lúdicas", resaltó Amoroso, quien además es el presidente de la Federación Internacional de empleados y profesionales de juegos de azar, entretenimiento y ocio (FIJ). "Debe darse un debate en el que se convoque a los técnicos y trabajadores. La recaudación y puestos de trabajo deben quedar en un segundo plano, lo importante es pensar un proyecto integral nacional en el que Buenos Aires no debe ser una isla", agregó el sindicalista.
Aleara también criticó duramente la actitud de Ibarra y de su antecesor, Fernando De la Rúa, sobre la política que aplicaron con el juego en la Ciudad. Con la llegada del casino flotante a mediados de 1999, el entonces vicepresidente de la legislatura y jefe de gobierno, respectivamente, rechazaron los pedidos de audiencia de los trabajadores por su "oposición total" a la instalación de casinos y las polémicas máquinas tragamonedas.
"Esto fue sólo un slogan para la campaña electoral, ya que el año pasado De la Rúa firmó e Ibarra avaló un decreto que permitía la instalación de 4.000 máquinas tragamonedas sin licitación previa, entre otras irregularidades. Ahora quieren aplicar la misma metodología que dio como resultado una avalancha de amparos que impidió su instalación", indicó Amoroso.
Un grupo de diputados, integrantes del Interbloque Porteño en la Legislatura local, vienen trabajando junto al jefe de Gobierno en la creación de un "Instituto de Juegos de Apuesta de la Ciudad". Esto es, un organismo que regule y explote la actividad en la Capital, porque el Estado porteño no recibe un peso de las apuestas que realizan sus habitantes.
El presidente de ALEARA no descartó que la iniciativa de montar un casino exclusivo para "turistas con pasaporte" se trate sólo de un "ardid" de los legisladores Ricardo Busacca, Jorge Mercado y Jorge Giorno (integrantes del Interbloque), para luego hacerlo extensivo a todos los habitantes, ante las denuncias que se iniciarán por discriminación: "Quieren meter el caballo de Troya a cualquier costo sin tener estudios de cómo está actualmente la oferta y la demanda. Vamos a ver las respuestas de sus pares", acusó Amoroso.
Cabe recordar que la ciudad de Buenos Aires ofrece actualmente al apostador un menú de 1.200 agencias de lotería, 7 agencias hípicas, 1 hipódromo, 5 bingos y el casino flotante.