Muscari me llamó para hacer Escoria. No lo conocía pero sabía de sus trabajos, que eran muy under. Cuando me llamó, primero me extrañó porque no me daba el look para sus espectáculos. Escoria es muy realista: somos 10 actores que hace mucho no nos llaman para trabajar. Nos encontramos para hacerle un cumple sorpresa a un productor para ver si conseguimos laburo. Así nos sale lo bueno y lo malo. Sería una especie de ?reality teatral?.
Mi relación con la gente es estupenda. El otro día salió una fotito mía en un diario muy importante, y titularon ?Los actores olvidados?. Es un error; tal vez no me llamen los productores para hacer televisión pero no me siento olvidada por el público. Así salga de mi casa en chancletas o súper arreglada, la gente siempre me saluda y me apoya.
Impasse 1: Noemí llega junto a su caniche Mimí. Salvo su pelo rubio, está toda de negro. Nos sentamos en la escalera del Teatro del Pueblo y hacemos la nota. Tiene una voz potente. Y una sonrisa fresca.
Cuando veo la película que hice, siento añoranza y arrepentimiento. No hice más películas de esas porque pretendía hacer cine serio. Hice 10 ó 15, muchas con Calabró, para chicos; otras con Tato y Olmedo, Tristán y Gerardo Romano. En ninguna me puse en bolas. Nunca hice películas tipo Atrapadas, porque pensé que no me iban a llamar para algo serio. Igual nunca me llamaron y perdí guita por no mostrar las tetas.
Empecé en el 78, con un casting que me hizo Calabró para su programa Calabromas y para lo que fue la primera película que hice: El sosias (NdR: se llamó Gran valor), con Cala y Graciela Alfano. Tenía un personaje tan protagónico como el de Alfano, pero no figuraba en los carteles ni nada. Tengo una escuela teatral corta. Estuve un par de años con Gandolfo y luego con Lito Cruz y Carlos Moreno. Después tengo la escuela de las tablas ?de verdad? y de la televisión, en la que trabajé con grandes como Mingo, el Gordo (Porcel), Gerardo (Sofovich), Darío Vittori. Eso te da un training que ninguna escuela de teatro lo da.
Impasse 2: Alan dice que no se siente identificada ?en absoluto? con lo bizarro. Responde sin problemas acerca de dudas y rumores sobre la famosa foto con militares.
Respecto a ?la foto? (NdR: en 1983, la revista Libre publicó una foto suya junto al capitán y torturador Jorge ?el Tigre? Acosta) también hablo en Escoria. Es lo primero que hago. No explico el porqué de esa foto, que le saqué la gorra a un boludo que tenía al lado, me la puse y listo. Si hubiese sabido que era uno de los más grandes represores que hubo, no lo hacía. Tenía 21 años y ni sabía quién era. Canal 13 (todos los canales enviaban artistas) nos mandó un lunes a mí, a Adriana Brodsky, a Rolo Puente y a Cherutti a un festival para ex combatientes de Malvinas. Cortaron a todos de la foto e inventaron lo de la fiesta privada. Lo hicieron porque unos años antes le sacaron otra a Gerardo, trucada, con una gorra militar en la cabeza. Fue una revista de Perfil. Gerardo les sacó como 500 mil dólares en un juicio. Uno de los compañeros que estaba en la reunión vendió la foto a cambio de publicidad. Nadie salió a negar lo de la fiesta privada. Se borraron todos y éramos como 30. Hay muchos que ya no están, como el Pato Carret, el Chango Nieto, los Ángeles de Smith, Mariquita Gallegos. El primero que me dejó contar todo fue Jorge Guinzburg, en Mañanas informales. Una cosa es que haya gente que trabajó en la época del Proceso y otra muy distinta es que hayan trabajado para el Proceso. Entre estos, había muchos medios de comunicación, que no me dejaron hablar. También sufrí amenazas. A mi madre la llamaban y le decían: ?Mirá, vieja. Tengo muchos en la zanja. Uno más no me cuesta nada?. La cara del Tigre Acosta no se conocía hasta que salió esa foto y es eso lo que, supuestamente, le jodió, ¿me entendés? Todo esto me cortó la carrera porque eso era como ?mala palabra?.
(NOTA PUBLICADA ORIGINALMENTE EN EL SEMANARIO NOTICIAS URBANAS Nº 207, DEL 24/09/09).