"Al disco no le queda mucho tiempo de vida"

"Al disco no le queda mucho tiempo de vida"

No trabaja en nada que no le guste, cuenta a NU el reconocido pianista, que acaba de lanzar Esa sonrisa es un santo remedio, disco que inaugura su sello 20misas Records, un intento de controlar sus trabajos.


Adrián Iaies es el director del Festival Internacional de Jazz de la Ciudad, produce bandas y recientemente presentó 20misas Records, su sello discográfico. Además, Iaies graba música para el exterior. Hace poco, con su trío estable dio a conocer Esa sonrisa es un santo remedio, en coproducción con Carlos Melero. Hombre de jazz, de vida ajetreada y rígida rutina, Adrián Iaies dialogó con Noticias Urbanas sobre el género que domina. También, acerca de su público y el porvenir de la producción discográfica.

?¿Qué significa haber lanzado Esa sonrisa es un santo remedio?
?Es un disco especial. Es el primero después de mucho tiempo, grabado con los músicos que vienen tocando conmigo hace bastante. Además, ha sido un desafío porque la música que integra el repertorio la compuse y/o arreglé el año pasado, compartiendo mi energía con mi trabajo como director del Festival de Jazz. Necesitaba quedarme tranquilo, saber que el piano seguía estando en el tope de mis prioridades. Y, aún con todo el trabajo que implica un festival, encontrar tiempo, energía e inspiración para preparar este repertorio, habla de esa necesidad de jerarquizar al músico por sobre cualquier otra faceta de mi actividad.

?¿Cómo es compartir escenario con Pepi Taveira en batería y Ezequiel Dutil en contrabajo?
?Son la sección rítmica ideal para mí. Tienen un muy buen balance. Pepi es un gran artista, uno de mis preferidos. Es alguien que dirige sus propios proyectos, tiene su grupo, compone, arregla. Tenemos gustos parecidos, la misma edad y no tengo que explicarle nada: traigo la música, le doy la partitura y el ya suena siempre ubicado y en la situación adecuada. Ensayamos muy poco. Ezequiel es muy joven, una de las grandes promesas de nuestro jazz. He tenido suerte con ellos porque además son buena gente, y para andar girando por ahí en aeropuertos, hoteles y con cambios de horarios, importa esa cualidad. Es vital.

?¿Cómo se dio y qué significa haber grabado con Carlos Melero?
?Carlos es una institución, es de los que más saben acerca de cómo un grupo debe sonar. Me ahorra preocuparme del sonido. Cuando él está en el estudio ni me ocupo de escuchar cómo suena. Me pregunta si me gusta y le explico que ese es su problema, que no me moleste con ese asunto.

?¿Cómo ve la actualidad del jazz en la Argentina respecto a años anteriores y a otros lugares del mundo?
?La Argentina es una capital importante en el circuito del jazz. Tanto por las visitas internacionales como por la cantidad y calidad de proyectos que genera.
Por otro lado, todo el tiempo me llega material de músicos locales que quieren participar del festival. Hay muchos jóvenes tocando increíblemente bien. Después de lugares como Nueva York, París o el jazz italiano, que es de mis preferidos, Buenos Aires compite con cualquier otra ciudad. Lo que falta es estructura, soporte financiero, dinero, dinero, dinero.

?¿En qué medida se va renovando el público de jazz? ¿Creció o disminuyó?
?En la medida en que los músicos más jóvenes se hagan conocidos, la escena va a multiplicar su oferta y eso hace crecer el público. Igualmente, de 10 o 15 años a esta parte, el público ha crecido. Y es un público diferente: más abierto, más receptivo, menos prejuicioso. Es un espejo de la propia actitud de los músicos. Y lo más importante: cada vez hay más público femenino. Eso es clave, porque el jazz es una música sexy y porque tiene una esencia cercana a la naturaleza femenina. Es una música donde la intuición juega un rol clave, y en eso las chicas nos llevan años luz.

?¿Qué le parecen las fusiones de jazz con otros ritmos como el rock, que en los últimos años parece ser una moda para las bandas?
?Más que natural. Algunas fusiones suenan mejor que otras, tanto porque quienes las encaran tienen más talento y arte, como por la honestidad con que se llevan adelante.

?¿Cómo surge la faceta de productor y la necesidad de crear 20misas, su propio sello?
?Siempre tuve interés en aquel aspecto de la música que no es la música propiamente dicha. Me gusta la producción. Sé que puedo pensar bien un disco desde lo conceptual y puedo llevar adelante una idea relacionada con eso. La idea del sello es paradójica, porque creo que el disco no existe más, que no le queda mucho tiempo de vida como soporte. Es un objeto de la arqueología cultural.

Por otro lado, estoy cansado de que mis discos estén en catálogos en los que yo no tengo ningún control. 20misas es mi intento de tener mis discos bajo mi control.

Finalmente, es un alivio no encontrarme hablando de música y cuestiones artísticas con ejecutivos de compañías que no saben nada y uno tiene que poner cara de ?feliz cumpleaños? porque son los que bajan o suben el pulgar.
?¿Cómo se divide el tiempo entre el trío, las grabaciones para el exterior, la faceta de productor y otras actividades como la organización del Festival de Jazz?
?Je, no soy gran candidato para ninguna chica. Soy una especie de obsesivo con rutinas muy firmes. Arranco todos los días antes de las 6, desayuno lo mismo todos los días de mi vida, salgo a correr y luego, o doy clases o estudio o trabajo. No hago nada que no me guste. No tomo compromisos que sé que luego van a ser que me putee a mí mismo por haber dicho que sí.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...