La Red de Vecinos se opone a que la Ley de Comunas salga sin discusión

La Red de Vecinos se opone a que la Ley de Comunas salga sin discusión

Una paradójica situación se produjo días pasados con respecto a la sanción de la Ley de Comunas. Mientras que el Gobierno porteño busca cumplir con una orden judicial de sancionarla antes del 10 de diciembre de este año, la Red de Vecinos de Buenos Aires, que está profundamente comprometida con su sanción, quiere que ésta se produzca en el segundo semestre de 2004. Tanta contradicción tiene una explicación: todos los proyectos que existen duermen desde hace años en los acogedores cajones legislativos, en tanto que los vecinos exigen un proceso de discusión antes de que sea sancionada. Ahora, temen que entre gallos y medianoches la ley se apruebe sin tener en cuenta a los principales interesados. Es decir, los propios porteños


El deseo de Aníbal Ibarra de terminar el año 2003 con una Ley de Comunas confeccionada a su medida chocó de frente por estos días con la Red de Vecinos de Buenos Aires, una organización que agrupa a más de 50 asociaciones vecinales, ONG’s y redes de militancia social.

La primera reunión entre el Gobierno y la Red de Vecinos fue convocada por el secretario de Descentralización y Participación, Ariel Schifrin, el siete de octubre último y se desarrolló en la universidad CAECE, en cuyo edificio funcionó -cuando la Argentina era un país con futuro- la fábrica Cinzano.

La Red plantea fundamentalmente tres ejes políticos para gobernar la ciudad: la sanción de la Ley de Comunas, la reforma del sistema electoral y la existencia de lo que ellos llaman "un verdadero presupuesto participativo".

El primer choque -que no dejó heridos graves entre los combatientes- se produjo cuando Schifrin y su segundo, Antolín Magallanes, no lograron imponer en el debate la necesidad de lograr la sanción de la Ley de Comunas antes de fin de año y, para eso, dividir a los presentes en comisiones de trabajo.

Ante la propuesta de los funcionarios, los integrantes de la Red respondieron que no querían ninguna comisión ni una Ley de Comunas en el 2003. "Hace tres años que esperamos esta ley y ustedes quieren sacarla en 15 días, sin discusión", contestaron, algo amoscados.

Schifrin y Magallanes plantearon también mantener la actual división política de la ciudad, que posee 16 CGP’s, sin obtener respuestas concretas. Al no llegar a un acuerdo básico, las autoridades convocaron a una segunda reunión en el CGP Nº 7, en la que ambos sectores siguieron sin ponerse de acuerdo.

Finalmente, la ruptura se produjo en una tercera reunión, que se realizó el 14 de octubre, nuevamente en la universidad CAECE. En ésta, los integrantes de la Red precisaron su propuesta y exigieron, además de los tres puntos sobre los cuales trabajan hace tiempo, que se realice por medio de la Legislatura una convocatoria tripartita para discutir las reformas al sistema político y de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ésta debería incluir a las organizaciones intermedias, a la Legislatura y al Gobierno porteño, en un proceso de discusión sobre las reformas que plantean los vecinos, que podría culminar en la segunda mitad del año próximo.

Cuando el debate se tornó áspero, de repente, Ariel Schifrin, "sacado", se retiró a los gritos, reclamando más confianza de los vecinos para con su gestión. "Si no me tienen fe, me voy", le espetó a la atónita concurrencia, quizás recordando al manosanta de Alberto Olmedo. Magallanes salió tras él para intentar traerlo de vuelta, pero el disgustado funcionario -a quien algunos vecinos le habían manifestado su desconfianza, casi cara a cara- se negó a regresar al teatro de operaciones. A causa de esto, Magallanes debió ponerle al mal tiempo buena cara y volver para cerrar el debate.

"Ellos quieren que nosotros convalidemos un decreto que dictó Fernando de la Rúa cuando era jefe de Gobierno, por el cual creó los CGP’s -le explicó Mario Bertellotti, de la Red de Vecinos de Buenos Aires, a un cronista de NOTICIAS URBANAS-. Y lo quieren hacer sin que exista un proceso de discusión previa con la sociedad. Nosotros pensamos que esto sería una burla para los que votaron al propio Aníbal Ibarra para respaldar el cambio político que encarna el presidente de la Nación".

"La Red de Vecinos de Buenos Aires es un organismo político -no partidario ni electoral- que nuclea a organizaciones vecinales tradicionales; a agrupaciones conformadas por vecinos autoconvocados; a asambleas barriales; a ONG’s y a clubes de barrios -relató Bertellotti-. Esto da como resultado una organización de una gran diversidad social, política e ideológica, como resultado de nuestro mecanismo horizontal de convocatoria y de discusión".

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