Ibarra puso en funciones a su gabinete "transversal"

Ibarra puso en funciones a su gabinete "transversal"

Ante más de 1.200 personas el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra -secundado por su artillero (leáse vicejefe de Gobierno), Jorge Telerman- le tomó juramento a los integrantes del gabinete que lo acompañarán en esta nueva gestión. En un Teatro San Martín repleto, no faltaron los cánticos, la marchita peronista y el aliento a los nuevos secretarios y subsecretarios. Entre los más aplaudidos estuvieron Raúl Fernández, Roberto Feletti, Eduardo Epszteyn y Héctor Capaccioli, quien trajo hinchada propia


No cabía una persona más. Todos los asientos estaban completos tanto en la parte de plateas como el superpullman, por lo que los pasillos estaban abarrotados de gente. Como suele suceder en este tipo de actos, la organización dejó mucho que desear, algo que fue advertido por las más de 1.200 personas que se hicieron presentes en el Teatro San Martín para ser testigos de la jura de los integrantes del gabinete que acompañará la nueva gestión del jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra.

El acto, convocado a las 15, empezó una hora después. Ni bien se ingresaba al teatro, el recibimiento estaba dado por una especie de barra futbolera con banderas azules y amarillas, las que sorprendentemente llevaban el nombre de Vilma Ibarra, pese a que la senadora por la Ciudad es asumida hincha de San Lorenzo.

Una vez dentro del salón dispuesto para la ocasión, había otra barra, la de la Juventud Peronista, quien se encargó repetidamente de hacer notar su presencia. Principalmente cuando llegaron los flamantes diputados electos por la lista del PRD Claudio Ferreño, Diego Kravetz y Milcíades Peña y el vicepresidente segundo de la Legislatura, Miguel Talento, y después de la entonación del himno nacional, cuando cantaron -en versión completa para enojo de Ibarra y complicidad de Jorge Telerman- la marcha peronista.

La organización del evento distó mucho de estar a la altura de las circunstancias. A tal punto que muchas personas vinculadas al Gobierno no recibieron la invitación por lo que tuvieron que "pilotearla" para ingresar. Uno de ellos fue el ex diputado radical Daniel Bravo.

Superados los inconvenientes iniciales, la jura de los funcionarios se desarrolló con total normalidad. El primero en hacerlo fue el jefe de Gabinete Raúl Fernández, quien ya desempeñaba en este cargo en la primera administración ibarrista. A continuación lo hizo su mujer, la secretaria de Hacienda Marta Albamonte, quien ya ocupó la titularidad de esta área debido a la renuncia de Miguel Ángel Pesce.

En tercer lugar prestó juramento el secretario de Justicia y Seguridad Urbana, el ex procurador de la Ciudad Juan Carlos López; seguido del secretario de Infraestructura y Planeamiento, Roberto Feletti -ex presidente del Banco Ciudad- y del secretario de Salud, Alfredo Stern.

Luego juró como integrante del flamante gabinete el secretario de Desarrollo Económico, Turismo y Medio Ambiente, Eduardo Epszteyn (ex titular de Medio Ambiente y Planeamiento Urbano); el secretario de Desarrollo Social -y ex diputado nacional por el ARI- Rafael Romá (el menos aplaudido por los presentes); la secretaria de Educación, Roxana Perazza (quien ocupó este cargo desde la renuncia de Daniel Filmus); el secretario de Cultura, Gustavo López -ex interventor del Comfer durante el gobierno de Fernando de la Rúa-; la subsecretaria Legal y Técnica, Déborah Cohen y el subsecretario de Comunicación Social, Daniel Rosso, quien ya se desempeñaba en ese cargo.

Un párrafo aparte merece la jura del secretario de Descentralización, Héctor Capaccioli, quien fue el funcionario más aplaudido de la tarde. Si bien Fernández, Feletti y Epszteyn no se quedaron atrás, el kirchnerista parecía tener hinchada propia: no sólo recibió aplausos sino también gritos y cánticos. Casi todos los funcionarios juraron únicamente por la Patria, mientras que Feletti lo hizo también por Dios y los Santos Evangelios. Epszteyn y Cohen utilizaron la fórmula "por Dios y la Patria".

Para finalizar el acto, Ibarra agradeció a todos los presentes que hayan sido testigos del "compromiso público" de todos los "ministros (sic) y subsecretarios" que lo acompañarán durante este nuevo período. Además, reconoció el trabajo de aquellos funcionarios que integraron el gabinete saliente, que estuvieron también presentes en el evento. "Agradezco a Gabriela González Gass, Ariel Schifrin, Abel Fatala, Silvana Giudici, Alejandra Tadei y Eduardo Hecker, quienes desde otro lugar, van a seguir apoyando esta gestión que se caracterizó fuertemente por la solución de las demandas sociales", aseguró.

Por último, el jefe de Gobierno señaló que "es este gobierno el que va a tener que intervenir sobre la realidad para dar soluciones y achicar las brechas que dividen a la población. Hay que lograr que todos los habitantes tengan igualdad de oportunidades". Y añadió: "nosotros vamos a irnos de la función pública en unos años y queremos que, al mirar hacia atrás, podamos decir que hemos cumplido".

Entre los presentes se encontraban, además de los anteriormente nombrados y aquellos que no pudieron ser visualizados, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; la senadora Vilma Ibarra; la presidenta del Consejo de la Magistratura, Bettina Castorino; el secretario de Seguridad de la Nación, Norberto Quantín; los diputados Fernando Melillo (ARI), Roy Cortina (PS), Alicia Caruso (Partido de la Ciudad) y Jorge Enríquez (Compromiso para el Cambio); el ex diputado Enrique Rodríguez; el procurador general adjunto de la Ciudad, Víctor Zammenfeld; el vicepresidente de OSBA, Mario Gygli; el ex diputado nacional Luis Brandoni, la directora General de Derechos Humanos Gabriela Alegre, el presidente de AUSA, Héctor Rossi; Marcelo Antuña; Pablo Maza y Alejandro Amor.

Cuando concluyó la jura, los flamantes funcionarios fueron saludados en el escenario del teatro por colegas, familiares y amigos. Uno de los primeros en subir a escena fue Alberto Fernández, quien en un minuto logró acaparar la atención de la gran mayoría de los medios periodísticos presentes. En sólo cinco minutos, el jefe de Gabinete consiguió adueñarse de la escena política, por lo que Ibarra tuvo que dedicarse sólo a hacer sociales.

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