El diputado porteño Marcelo Godoy (Compromiso para el Cambio) presentó un proyecto por el cual solicita al Poder Ejecutivo de la Ciudad que informe, dentro de los quince días de sancionada la iniciativa, sobre una serie de cuestiones ligadas al registro de generadores o poseedores de PCB.
La legislación nacional puso una fecha limite para la erradicación de esta sustancia: el año 2010. Para tener un mayor control el Gobierno porteño creó un registro de generadores de PCB. "Es de vital importancia mantener actualizado y completo ese registro para evitar cualquier exposición de ciudadanos inocentes a esta mortal sustancia. Los datos pedidos al Gobierno de la Ciudad son los mínimos e indispensables con los cuales debería contar para un eficiente y efectivo control", señaló Godoy.
En el proyecto se requiere la cantidad de inscriptos en el registro, los datos que se tengan de los mismos así como también la existencia de generadores o poseedores de PCB no registrados y la cantidad e información sobre generadores dados de baja en el registro.
La sigla PCB deriva del término en inglés PolyChlorinated Biphenyls que significa Bifenilos Policlorados. Los PCB son una clase de compuestos químicos orgánicos clorados de muy alta estabilidad, no corrosivos y muy baja inflamabilidad, que se comenzaron a elaborar por primera vez en 1929 a escala comercial. Debido a estas características, fueron ampliamente usados durante décadas en un amplio rango de aplicaciones industriales, tales como aceites de corte, selladores, tintas, papel carbónico, aditivos para pinturas y en particular, refrigerantes y lubricantes de equipos eléctricos cerrados, tales como transformadores y capacitores.
A partir de 1970 comenzó a ser preocupante el impacto de los PCB en el ambiente, fundamentalmente por su persistencia. Esto condujo a decidir un cambio de tecnología y el reemplazo de este tipo de sustancias, a tal punto que ya en 1977, Estados Unidos (uno de los mayores productores) prohibió su elaboración, importación y muchas aplicaciones no eléctricas de PCB. Otro de los motivos que impulsó este tipo de medidas fue la detección de que la exposición al PCB o su ingesta por distintos tipos de contaminación, podría ser una causa del desarrollo de enfermedades cancerígenas.