Es un político en campaña. Pero la pelea no sólo se da en la Ciudad, sino que Mauricio Macri recorre el país para instalar su figura a nivel nacional. Por eso sus dardos apuntan tanto al jefe comunal, Aníbal Ibarra, como al Presidente, Néstor Kirchner y a sus colaboradores. Hiperactivo, el ingeniero no pierde el tiempo y opina sobre todos los temas. Política, seguridad y alianzas, son parte del nuevo discurso macrista.
"Éste es un año de trabajo y el año que viene serán las alianzas, este año vamos a recorrer el país y hacer de oposición a Ibarra para que trabaje un poco más, ya que está muy flojo", disparó el empresario al ser consultado por sus cada vez más frecuentes encuentros con Ricardo López Murphy, líder de Recrear y por las reuniones que mantuvo con el ex presidente Eduardo Duhalde.
De esta manera, Macri salió al cruce de una supuesta alianza con López Murphy, con quien compartió una reciente gira a Mendoza y en la cual también se entrevistó con dirigentes radicales e integrantes del Partido Demócrata de esa provincia.
En el terrero de las críticas, éstas no sólo alcanzaron al ex fiscal, sino que también, el empresario apuntó sus cañones contra el jefe de Gabinete de la Nación, Alberto Fernández y al Gobierno nacional en general, por sus acusaciones de que integra un grupo de complotados, que lideraría Carlos Menem, con la intención de desestabilizar a la actual administración. "Lamentablemente se confirma que el jefe de Gabinete no entendió lo que dijo el cardenal Jorge Bergoglio en la homilía del 25 de mayo, cuando señaló que los políticos deben ser tolerantes. A pesar de que varios medios digan que la oposición no actúa, eso me parece mentira. Los dichos de Alberto Fernández fueron desafortunados y lo que necesita la Argentina es más diálogo, el tiempo dirá si el que gobierna lo hace bien, o no", reflexionó en voz alta el ingeniero.
El presidente de Compromiso para el Cambio hizo estas declaraciones luego de presentar públicamente un plan para terminar con las inundaciones en la Capital Federal. Después de ese evento, Macri se enteró de que Fernández lo había acusado de no poder manejar la barrabrava de Boca, con lo cual era difícil que pudiera manejar algo de mayor envergadura. "No se debe descalificar a la oposición, esos es algo del pasado", le respondió el empresario devenido en político.