El subsecretario de Justicia y Trabajo de la Ciudad, Marcelo Antuña, afirmó que "los equipos que se usan para determinar infracciones por excesos de velocidad son tecnología de punta que se usa en Europa y que tienen homologación de origen. Además, hay informes de la UBA (Universidad de Buenos Aires) y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que cerifican que están perfectamente calibrados".
El funcionario hizo estas declaraciones en alusión al fallo de la jueza Contravencional y de Faltas María Laura Martínez Vega, que desestimó una multa por exceso de velocidad labrada a un automovilista porque el equipo técnico usado no está debidamente habilitado por la Subsecretaría de Defensa de la Competencia y Defensa del Consumidor de la Nación.
"Es un tema formal, pero lo que está claro es que el equipo mide bien", recalcó Antuña. Mientras que Meller expresó que tiene los papeles al día, Siemens-Itrón aseguró que inició los trámites correspondientes.
El sistema de fotomultas fue licitado en 1998 y en la actualidad permite labrar un promedio de 30 mil multas por mes. A diferencia del sistema de doopler o pistola, los equipos usados en la Ciudad no precisan que se apunte contra el infractor sino que se disparan automáticamente cuando alguien supera la velocidad permitida.
"Implica una seria irregularidad que hace caer en un mayor descrédito al sistema imperante y que, en última instancia, podría acarrear planteos de nulidad respecto de las faltas que así se emitan", había señalado tiempo atrás la defensora del Pueblo porteño, Alicia Pierini, respecto de la falta de homologación de los equipos por parte de las autoridades nacionales.