"Dividir la UCR sería una torpeza gratis que nos puede salir caro" decía uno de los coroneles del Centenario que conduce Jesús Rodríguez. "Antes que seguir desconcertados como estamos todos ahora tras el shock de diciembre, creo que una medida coherente sería, si el Ejecutivo se plantea la reelección, nosotros deberíamos acompañarlo" continuaba el razonamiento en voz alta. De cualquier manera entendía como saludable el debate de ideas y proyectos en lo que denominó una "asamblea política".
Desde la vereda de enfrente, Jorge Enríquez, delarruista alejado de Participación, sostuvo que "hay que encarar una renovación porque la conducción del distrito está viciada de ilegitimidad". El ex vicepresidente de la Legislatura se encuentra en una tenaz oposición a Aníbal Ibarra y pretende que el centenario partido reagrupe fuerzas y dé batalla electoral a sus antiguos aliados. "Decir que la Alianza sigue existiendo porque persisten un puñado de dirigentes radicales en el Gobierno (como Silverio Fernandez Gaido, presidente del Comité Capital en el directorio de AUSA) es tan ridículo como decir que Ibarra está aliado con el peronismo porque están (Jorge) Telerman y (Daniel) Filmus" disparó Enríquez.
La conducción de la UCR- capital está an manos de Participación, el sector que respondía al ex presidente de la Nación, Fernando De la Rúa, pero hoy está cuestionado-en mayor o menor medida- desde todas las agrupaciones. Algunos van a ir por la cabeza de ellos y otros con posturas menos sangientas. pero lo que realmente se empezará a discutir es qué hará el partido frente al próximo acto electoral. Dicho de otras palabras si van solos o con Ibarra, o si hacen las dos cosas y terminan fracturados.
Esta mañana se reunieron entre otros, Rafael Pascual, Enrique Nosiglia, Jesús Rodríguez y Cristian Caram para ir delineando que es lo que puede pasar el jueves en la Asamblea. A pesar del hermetismo todo indica que avanzarán en algún esquema de renovación.
Sin embargo, todos se juntaron para pegarle a Agustín Zbar, uno de los fogoneros de este encuentro, al que sin mucha diplomacia sus correligionarios le encargaron "que se ocupe de las hamburguesas". Zbar venía manteniendo una política de alianza con el Ibarrismo algo que lo alejó de los aparatos radicales. Cuando por el caso Mac Donald’s tuvo que abandonar la subsecretaría de Justicia, quedó sin red de contención entre los bandos en pugna.
El nosiglismo agrupado en Cambio entiende que "este no es un partido asambleístico sino democrático con cuerpos orgánicos". Admitieron que "puede ser que la mayoría en estos momentos no esté de acuerdo con la conducción pero eso no implica que todo tenga que cambiar fácticamente". Fuentes legislativas dejaron entrever que los seguidores de Enrique Nosiglia intentarían promover la candidatura de un radical para los próximos comicios aunque trascendió que aún no tienen el nombre.
Por último, el terragnista Cristian Caram, quién tiene sólidos acuerdos con el jefe de Gobierno y fue uno de los promotores del juicio partidario a de la Rúa, es otro de los impulsores de esta asamblea y podría promover el "abstencionismo", algo que sin sacar los pies del plato acercaría un poco más a la UCR a mantener el acuerdo con Ibarra. Llevará bajo su brazo un "paper" con reformas para internas abiertas y reafiliación además del pedido de renovación de la cúpula partidaria.
