El presidente de la Nación, Néstor Kirchner, llegó a Gualeguaychú, una hora después de lo previsto, y encabezó el acto en el Corsódromo, en el que también estuvieron presentes el vicepresidente Daniel Scioli, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, la senadora Cristina Fernández, 20 gobernadores y 3 vicegobernadores, el gabinete nacional, legisladores e intendentes del país.
Rrepresentando a la Ciudad estuvieron presentes el jefe de Gobierno porteño, Jorge Telerman; la senadora Vilma Ibarra; la ministra de Espacio Público, Lía María; y los legisladores del bloque K de la Legislatura Silvia La Ruffa, Sandra Bergenfeld e Ivana Centanaro. También asistieron la directora de Radio Nacional, Mona Moncalvillo; Francisco "Barba" Gutiérrez y Claudio Ferreño, entre otros, que se sumaron al mar de almas que colmaron el Corsódromo de Gualeguaychú con banderas con la inscripción: "sí a la vida, no a las papeleras".
El intendente de Gualeguaychú, Daniel Irigoyen, fue quien inició el acto en defensa del medio ambiente que cerró el Presidente. Afirmó que frente al embate de las papeleras "Gualeguaychú eligió pelear" y que la presencia de Kirchner en su ciudad demostraba que la lucha contra la contaminación que podría ocasionar este emprendimiento es "una causa nacional".
Por su parte, el gobernador de Entre Ríos,
Jorge Busti, expresó su "reconocomiento al pueblo entrerriano y en especial al pueblo y a la asamblea ambiental de Gualeguaychú, por haber instalado la consigna ‘No a la papeleras’ de Uruguay; ésa es la consigna que ha unido a todo el pueblo entrerriano", expresó Busti, tras lo cual le agradeció al Presidente Néstor Kirchner "haber sido el primer argentino que reconoció la lucha de los entrerrianos".
El gobernador de Mendoza, el radical Luis Cobos, también habló. Señalando su rol de opositor, manifestó que "cuando hay un interés supremo, una causa nacional, los intereses sectoriales están en un escalón muy bajo".
El discurso de Kirchner fue medido, para evitar echar más leña al fuego del conflicto. Incluso se lo notó un tanto encorsetado. "Tenemos razón. El derecho está de nuestro lado", manifestó el Presidente, quien además remarcó que ni la intendencia de Gualeguaychú ni la provincia de Entre Ríos están solas, sino que "está la República Argentina y el pueblo todo comprometido".
Faltaron los gobernadores: de Neuquén, Jorge Sobisch (quien avisó que enviará una adhesión a la presentación en La Haya); de Salta, Juan Carlos Romero (PJ); de San Luis, Alberto Rodríguez Saá (PJ), y de Catamarca, Eduardo Brizuela del Moral (UCR-FV).
Telerman, en tanto, ni bien terminó el acto (durante el que se lo vio distendido aunque lo nombraron luego de mencionar a todos los gobernadores y lo ubicaron en segunda fila) salió rapidísimo. Incluso, y aunque no es su costumbre, no quizo hablar demasiado con la prensa. Se lo notó de mal humor, tal vez por las repercusiones de sus declaraciones recientes donde se quejó de ser "saboteado" por funcionarios del Gobierno Nacional.
HISTORIA DEL CONFLICTO
Este jueves, el Gobierno presentó finalmente la demanda ante el Tribunal Internacional de La Haya, en contra de Uruguay, por la construcción de las dos plantas de celulosa que están construyendo las empresas Botnia y ENCE.
Argentina pidió al Tribunal que disponga que Uruguay "cese sus comportamientos pasibles de ocasionar un perjuicio ambiental transfronterizo al Río Uruguay y a su área de influencia".
"Estos comportamientos entrañan la responsabilidad internacional de ese país y la consecuente obligación de reparación integral de los perjuicios ocasionados", agregó la
Cancillería argentina.
El anuncio de la presentación la hizo el canciller Jorge Taiana, antes de que finalizara en Puerto Iguazú la cumbre mantenida por los presidentes Néstor Kirchner, Luiz Inácio Lula Da Silva, Evo Morales y Hugo Chávez.
"La Argentina llega así a esta instancia prevista en el Estatuto del Río Uruguay, luego de ver frustrado sus reiterados esfuerzos, promovidos a todos los niveles, por alcanzar una solución bilateral a la controversia entre ambos países", dijo el canciller al confirmar la presentación.
Agregó que esa solución "debe ser compatible con la preservación del río y de su ecosistema, así como con la salvaguarda de la salud y del bienestar de las comunidades
adyacentes a este curso fluvial".
La Cancillería, en el texto que dio a conocer, señaló que "el fracaso en estos múltiples esfuerzos de diálogo, en el contexto de una construcción continuada de las plantas proyectadas, que prevén producir un millón y medio de toneladas de celulosa por año y constituyendo uno de los complejos más grandes del mundo en la materia, requieren que la Argentina haga valer sus derechos ante la Corte Internacional de Justicia, en tanto instancia internacional competente".
En el documento se define en primer lugar que el objeto de la presente controversia "radica en la violación por el Uruguay de las obligaciones que surgen del Estatuto del Río Uruguay, tratado firmado por la Argentina y el Uruguay en Salto el 26 de febrero de 1975 y que entró en vigor el 18 de septiembre de 1976".
En uno de los párrafos del texto se señala: "El 9 de octubre de 2003 el Gobierno del Uruguay autorizó de manera unilateral a la sociedad española ENCE la construcción de una planta de pasta de papel en los alrededores de la ciudad de Fray Bentos, departamento de Río Negro".
"Dicha autorización fue concedida sin respetar el procedimiento obligatorio de información y consultas previas del Estatuto de 1975, y a pesar de los riesgos significativos al medio ambiente y a la salud que una planta de tales características es susceptible de causar", se indicó.
"El 14 de febrero de 2005, poco antes del cambio de gobierno producido en marzo de ese año, el Uruguay agravó la controversia al autorizar a Botnia a construir la planta Orion, sin informar previamente a la Argentina", se agregó en la presentación.
En el texto también se señaló que "a pesar de las protestas argentinas, los trabajos para la construcción de las plantas CMB y Orion comenzaron durante la segunda mitad del 2005. Al momento de depositar la presente solicitud, el estado de avance de los trabajos es bastante visible".
La Cancillería sostuvo que "el nuevo Gobierno uruguayo agravó una vez más la controversia autorizando el 5 de julio de 2005 a la empresa Botnia a construir un puerto para uso exclusivo de la planta Orion sin cumplir con los procedimientos del Estatuto de
1975".
"Los diferentes estudios e informes presentados por las sociedades ENCE y Botnia, así como por el Uruguay, no suministran explicación alguna sobre los criterios utilizados para la elección de la localización de las plantas CMB y Orion. Son notoriamente vagos e imprecisos sobre cuestiones claves, tales como el tratamiento de efluentes líquidos, residuos sólidos y emisiones gaseosas, por citar sólo algunas", agregó el texto.
Sobre la base de esos hechos, la Argentina afirmó en su demanda que "las plantas de celulosa CMB y Orion atentan contra la preservación del medio ambiente del Río Uruguay y de su zona de influencia".
"La falta de respeto por parte del Uruguay de los procedimientos previstos por el Estatuto de 1975 y la información de la que dispone la Argentina establece de manera manifiesta que la puesta en funcionamiento de las plantas de celulosa CMB y Orion causará un perjuicio sensible a la calidad de las aguas del Río Uruguay y un perjuicio sensible transfronterizo a la Argentina", se añadió en el texto de la demanda.
