La Defensoría del Pueblo Adjunta para Medio Ambiente, Urbanismo y Comunicaciones, a cargo de Antonio Elio Brailovsky, con la colaboración del Ente Único Regulador de los Servicios Públicos de la Ciudad y un grupo de científicos del Centro Argentino de Estudios de Radiocomunicaciones y Compatibilidad Electromagnética (CAERCEM), dependiente del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), denunciaron que en una reciente inspección que realizaron en las instalaciones del subterráneo encontraron "338 antenas clandestinas de telefonía celular".
Luego de cursar diversos pedidos de informes a los organismos porteños competentes en la materia, Brailovsky descubrió que en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no existe registro de las antenas, las cuales no poseen habilitación.
Las antenas deben estar habilitadas tanto a nivel nacional, por la Comisión Nacional de Comunicaciones, como a nivel local, por la Dirección General de Fiscalización de Obras y Catastro.
Las instalaciones para celulares de la red de subterráneos pertenecen a las empresas Miniphone, Movicom y CTI; esta última -además de ser la que más antenas tiene bajo tierra- promocionó públicamente la posibilidad de usar sus teléfonos celulares en la red de subtes durante el año 2000.
El ombusdman porteño consideró que, a través de estas irregularidades, se produjo un incumplimiento del contrato de concesión por parte de la empresa Metrovías, ya que la misma no presentó ante el Ente Regulador de Servicios Públicos los permisos correspondientes para la instalación de estructuras comerciales dentro de la red que opera.
"Las antenas son un punto oscuro para un Estado en permanente ausencia. Cabe preguntarse cómo ejercer el control desde los organismos públicos si ellos no poseen registro actualizado de las antenas que se encuentran en la Ciudad de Buenos Aires", cuestionó Brailovsky.
Luego de analizar la situación legal, administrativa y ambiental de las 338 antenas ubicadas en la red de subterráneos, la defensora del Pueblo de la Ciudad, Alicia Oliveira, recomendó a los organismos competentes -mediante la Resolución N°4538/02- resolver sobre la falta de regulación respecto de la instalación de antenas en la Ciudad, investigar las responsabilidades por la ausencia de control en la instalación de antenas de telefonía móvil en el subte, e intimar al retiro de todas las estructuras de esas antenas.
DE LEVI´S A LA OMS
Una de las principales fabricantes de jeans del mundo, Levi Strauss, acaba de crear un nuevo modelo de pantalón que según afirman protege a quienes los usen de las radiaciones emitidas por los teléfonos celulares. La particularidad que tienen estos jeans Icon S-Fit, es que los están bolsillos forrados con un material antirradiación.
En enero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un comunicado donde afirmó que hasta entonces no era posible determinar si los campos electromagnéticos creados por los celulares o sus antenas base podrían ser causantes de cáncer. Pero las puso en la lista como probables causales de de la enfermedad. Antes no figuraban en aquélla.
En Japón prohibieron que los usuarios utilicen los celulares en los trenes debido a que -al igual que los subtes porteños- se trata de lugares cerrados y metálicos que impiden salir a cualquier radiación que ingrese. En estos casos se produce una jaula "Faraday" en la que se concentran todas esas radiaciones.
También en Barcelona se investigó la influencia de los celulares en el subterráneo. Un estudio que inició el arquitecto Carlos Requejo para un organismo de investigación denominado GEA España demostró que, además de la radiación de los teléfonos celulares, hay una sinergia entre los factores que provoca radiaciones eléctricas. Por lo que en el subte se producen campos magnéticos y eléctricos.
