Ante un auditorio de la Manzana de las Luces colmado, los diputados porteños Diego Kravetz, Ana María Suppa e Inés Urdapilleta presentaron el Plan Global sobre sustancias adictivas para la Ciudad de Buenos Aires.
Entre el selecto público invitado figuraban Alberto Iribarne (ministro de Justicia), Carlos Soratti (viceministro de Salud de la Nación), Donato Spaccavento (director del hospital Argerich y ex ministro de Salud porteño), Víctor Santa María (titular del SUTERH) y Héctor Cappacioli (superintendente de Servicios de Salud de la Nación). La gran ausencia fue la del jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Su presencia había sido anunciada, pero sólo hizo llegar su mensaje de adhesión: "Celebro la concreción de un proyecto real de intentar cambiar la realidad de la gente", decía.
Respaldados por el bloque en pleno del Frente para la Victoria (las únicas ausencias fueron las de Miguel Talento y Helio Rebot), más el diputado del Partido por la Ciudad Julio Di Giovanni, los tres oradores se sentaron al frente del panel para expresar la necesidad de este Plan. La diputada Urdapilleta, autora del proyecto, agradeció y atenta a las críticas que sabe llegarán del macrismo –que se adjudica tener un plan anterior- expresó "si proponer respuestas es hacer campaña, entonces, estamos en campaña". A su turno, la legisladora Suppa celebró la "articulación entre los distintos ministerios" y concluyó: "Como vicepresidenta de la Comisión de Salud de la Legislatura creo que es muy importante articular las políticas públicas. Estamos abiertos al debate y a cualquier mejora".
Por su parte, Kravetz, antes de pronunciarse, prefirió dar lugar a la palabra al doctor e investigador del CONICET Hugo Miguez, quien -control remoto en mano y caminando como si estuviera dando una clase magistral- se dispuso a explicar a los espectadores la problemática de las adicciones en la Ciudad de Buenos Aires y nuestro país.
La iniciativa de los kirchneristas capitalinos plantea la coordinación interministerial para elaborar y ejecutar políticas públicas que respondan de manera global a los problemas relacionados con el uso y abuso de sustancias adictivas, legales e ilegales, como así también a los trastornos relacionados con las prácticas denominadas "de riesgo adictivo", como el juego, la bulimia y la anorexia.