Aníbal Ibarra: Macri no sabe lo que quiere

Aníbal Ibarra: Macri no sabe lo que quiere

"Es casi una obviedad que Michetti quiere las elecciones desdobladas y Rodríguez Larreta las pretende unificadas. El mayor peso electoral de la dama se hace valer más en elecciones locales separadas de las nacionales mientras que la debilidad que exhibe en las encuestas el jefe de Gabinete macrista se pierde si en la boleta aparece Macri empujando para arriba. Por su parte, Macri confía más en Rodríguez Larreta o, mejor dicho, no confía en Michetti".


?Si no me aprueban el presupuesto adelanto las elecciones? anunció Mauricio Macri en diciembre de 2010. Sin embargo, el presupuesto no fue aprobado y Macri no cumplió con su amenaza. ?Son muchas elecciones en un solo año, hay que simplificar el calendario electoral?, dijo el Jefe de Gobierno cuando inauguró las sesiones legislativas con uno de los discursos más pobres que se recuerda para un 1 de marzo. Sin embargo, detrás del verbo simplificar se escondía a su propia indefinición. Nunca dijo si había que unificar o había que desdoblar las elecciones. Decir simplificar es no decir nada. ?Hay que levantar la fecha del 5 de junio para las elecciones de Comunas y unificarlas con las de jefe de Gobierno y legisladores?, decían al unísono los diputados macristas para intentar que la Legislatura sancionara una ley en ese sentido. Todo el arco opositor coincidía en esa decisión, pero antes Mauricio Macri debía definir si mantenía las elecciones locales desdobladas de las nacionales o buscaba una ley que las unificara. Dicho de otra manera, Macri debía decidir si las elecciones comunales, legislativas y de jefe de Gobierno eran en junio, julio, agosto o septiembre o si, por el contrario, iban todas a juntarse con las nacionales en octubre. Sin embargo, Mauricio Macri tampoco se definió y la sesión naufragó como consecuencia de su indecisión. Pretender que la oposición le saque las papas del fuego con la fecha de las elecciones comunales y no definir previamente si se va a desdoblar o se va a buscar la unificación electoral es padecer de ingenuidad o de soberbia. Ahora parece que quiere desdoblar aunque sostiene que su intención sigue siendo la carrera presidencial. Tal vez desdoble, tal vez no. Tal vez vaya de candidato a jefe de Gobierno, tal vez sea candidato presidencial. Tal vez sea Gabriela Michetti la elegida, tal vez Horacio Rodríguez Larreta. Pero no se trata de una estrategia para confundir o desorientar. El que está confundido o desorientado es el propio Macri, que no sabe qué es lo que quiere o qué es lo que le conviene. Jaime Durán Barba y Nicolás Caputo, por distintos intereses, le dicen que desdoble y se presente él en la Ciudad. Uno advierte que es imposible ganarle a Cristina Fernández la carrera presidencial y que si unifica corre el riesgo de perderlo todo en octubre, Ciudad incluida. El otro no quiere arriesgar los importantes compromisos que tiene hoy en la Ciudad y que Macri le asegura. Michetti o el propio Rodríguez Larreta le generan desconfianza y es mucho lo que está en juego. ?Esperá la próxima elección para ir de candidato a presidente?, le dice, casi rogando, Caputo a Macri. Es casi una obviedad que Michetti quiere las elecciones desdobladas y Rodríguez Larreta las pretende unificadas. El mayor peso electoral de la dama se hace valer más en elecciones locales separadas de las nacionales mientras que la debilidad que exhibe en las encuestas el jefe de Gabinete macrista se pierde si en la boleta aparece Macri empujando para arriba. Por su parte, Macri confía más en Rodríguez Larreta o, mejor dicho, no confía en Michetti. Podría hacerse una semejanza con el dilema que tiene Cristina Fernández en la Ciudad. Prefiere claramente a Boudou, aunque Filmus le asegura más votos. Dicho de otra manera, Rodríguez Larreta es a Macri lo que Boudou es a Cristina. Mientras tanto el electorado porteño no sabe si va a votar el 5 de junio, si habrá elecciones locales desdobladas o serán unificadas en octubre. Es cierto que nada de eso desvela al porteño, más preocupado por la seguridad, el tránsito o la limpieza de las veredas y calles. Por eso Macri puede seguir jugando con sus dudas y su indecisión deshojando la margarita incluso en los EE.UU. y Francia, que le causa mucho más placer que hacerlo en su despacho de la Jefatura de Gobierno. Un jefe de Gobierno que prometió subtes al por mayor y se dedicó a las baldosas; que prometió no tocar los impuestos y resultó ser un aumentador compulsivo; que dijo que iba a encabezar un gobierno austero y agrandó elefantiásicamente las estructuras jerárquicas del Estado; que dijo que iba a construir 10 mil viviendas por año y no llegó a las 300; que dijo que en 2009 les ganaba la guerra a los baches y vamos perdiendo el combate por escándalo; que dijo a los cuatro vientos que la Metropolitana iba a velar por la seguridad de los porteños pero ahora dice que no están en condiciones siquiera de hacer un desalojo; que endeudó a los porteños en niveles nunca vistos? Ese jefe de Gobierno, inexorablemente, tendrá que decidirse, tarde o temprano y aun cuando le cueste. Este año serán las elecciones en la Ciudad. Y la vamos a recuperar con el voto de la gente, en el mes que sea y cualquiera sea el candidato macrista.

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