El 24 de octubre pasado, algunos legisladores porteños se fueron muy disconformes con el director General del Teatro Colón, Sergio Renán. En esa oportunidad Renán no estaba presente en el país a raíz de un viaje a Nueva York, por lo que, el propio secretario de Cultura, Jorge Telerman debió responder en la interpelación que se llevó a cabo en la Legislatura de la Ciudad a raíz de la discriminación que sufren los artistas nacionales frente a los extranjeros.
Hoy, a más de dos meses de tales cuestionamientos, el conflicto con los trabajadores no está superado, aunque Renán no pertenezca más a la nomina de autoridades del primer coliseo argentino. Al asumir en este cargo, en agosto pasado, Renán había puesto como condición que se creara el cargo de director General adjunto para no tener que lidiar con los asuntos internos.
Máximo Parpagnolli, delegado de la Comisión de Intercuerpos del Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (SUTECBA) para el Teatro Colón, realizó un balance de la gestión de Renán en la que destacó como características principales la improvisación y el mal trato y la extorsión a los empleados, que "en muchos momentos trabajaron gratis para que la temporada saliera lo mejor posible". El sindicalista se ocupó de aclarar que estas actitudes son avaladas por la Secretaría de Cultura, y que son ejercidas principalmente, por el director General adjunto, Pablo Batalla.
Argerich, quien será asesora artística y miembro del Consejo de Conducción del Colón, realizó hace diez días un festival de conciertos a sala llena, en los que, según afirman desde la dirección del teatro, ella misma se ocupo de que miles de estudiantes de conservatorios de música pudieran estar presentes. Argerich vive en Europa desde hace décadas, pero desde hace poco tiempo comenzó a venir más asiduamente al país, entre otras cosas para participar de espectáculos en el Teatro Colón, aunque no está radicada en la Ciudad de Buenos Aires.