Las voces todavía no se acallaron. Casi todo el ámbito político opinó sobre los hechos de violencia ocurridos el viernes en la Legislatura. Los mismos marcaron claramente que la visión del Gobierno nacional y el de la Ciudad es diametralmente opuesta. Mientras el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra manifestó en el programa Hora Clave, que "la Policía Federal no actuó porque no tenía órdenes claras", el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, señaló que "no entiende las expresiones del ex fiscal, ya que se enteró de los hechos luego de recibir un llamado del funcionario nacional".
Desde el ibarrismo se mencionó, una vez más, que el manejo de la policía le corresponde al Gobierno nacional y que el propio Ibarra llamó al ministro de Justicia, Gustavo Beliz, para que interviniera en el asunto. Por otro lado, desde el kirchnerismo creen que el jefe comunal deslindó responsabilidades y les tiró el paquete a ellos.
Es más, el propio Ibarra pidió que se lleve a cabo un fuerte operativo de seguridad, con vallado incluido, para que en la próxima sesión no se produzcan incidentes.
Fernández, por su parte, disparó con todas las palabras sobre Ibarra al mencionar que el jefe comunal se enteró de los hechos por un llamado que él le hizo, "ya que Ibarra estaba comiendo afuera y no sabía lo que estaba ocurriendo en el lugar".
El viernes por la noche Fernández se reunió con Beliz en la Casa de Gobierno para analizar los hechos, y según le confirmó a NOTICIAS URBANAS, una fuente de la Secretaría de Seguridad afirmó que "el Gobierno Nacional no piensa reprimir la protesta social porque no quiere que le tiren un muerto".
Los kirchneristas saben que la Federal, luego de la purga, no tiene una buena relación con el oficialismo y por eso no los mandan a reprimir, por temor a que muera algún manifestante.
En medio de esa situación, cayó muy mal que Ibarra se hiciera el distraído y todo se empeoró cuando un matutino, el domingo, tituló que el ibarrismo quiere tener policía propia.
Para el Gobierno esto es algo que los ibarristas dicen en público pero que niegan en la intimidad. La disputa podría llegar a buen puerto el lunes cuando funcionarios del Gobierno porteño y del de la Ciudad se reúnan para analizar en profundidad lo ocurrido el viernes.
Por otra parte, los 19 detenidos por los incidentes ya declararon y en las próximas horas se definirá su situación procesal.