A 12 años de sancionada la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) para todas las escuelas porteñas, un informe de la Auditoría de la Ciudad deja al descubierto que el proyecto no tiene un plan concreto de aplicación en las instituciones públicas. El informe revela que existe un importante déficit en la formación y capacitación docente en materia de contenidos de ESI. Durante el período auditado, el 82 % de los docentes de nivel primario no había recibido capacitación alguna ni comunicación por parte del Ministerio. El material didáctico con el que contaban no estaba actualizado: al momento de realizarse el informe, tenía más de 5 años y no correspondía con el programa actual.
“Propuse esta auditoría porque a más de una década de haber sido sancionada la Ley de ESI era importante saber cómo se estaba aplicando en nuestras escuelas, y los resultados no son para nada buenos. Nuestro informe deja muy claro que la educación sexual para el Ministerio de Educación no es una prioridad”, advirtió la auditora Mariela Coletta (Evolución).
Aunque la Ley prevé “la elaboración de los contenidos curriculares obligatorios mínimos, graduales y transversales, teniendo en cuenta las distintas etapas de desarrollo de los/as alumnos/as (art. 2)”, los resultados no son alentadores. La incorporación de contenidos de Educación Sexual Integral en las Planificaciones de Ciencias Sociales de sexto grado sólo se dio en el 17,39% de los casos. Los equipos de la AGCBA también indagaron respecto a la existencia de planificaciones específicas destinadas a ESI: el 43,47% de las escuelas elaboraron una, mientras que el 56,52% no dispuso de ningún proyecto institucional vinculado al tema. “Si lo analizamos presupuestariamente, la ESI no es una prioridad para el gobierno porteño. No hay material didáctico actualizado ni se realizaron los talleres que la ley dispone. Es indignante oír a muchos oponerse al proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo argumentando, entre otras cosas, con la Educación Sexual Integral porque cuando tuvieron responsabilidades institucionales hicieron poco y nada para cumplir con la ley”, sumó Coletta.
El informe arroja que en el nivel Medio, sólo uno de cada tres docentes recibió capacitación durante 2016: fue el 34,62%. Además, el relevamiento desnuda una importante falencia en el funcionamiento del Ministerio de Educación: no existe una autoridad de aplicación en la estructura funcional, algo que permitiría planificar, evaluar y ejecutar acciones concretas que estén destinadas a hacer cumplir la ley. Los datos se complementan con un estudio de UTE (Unión de Trabajadores de la Educación), en el que 3 de cada 10 chicos que asisten a secundarias porteñas aseguraron no haber recibido ningún contenido vinculado con la Educación Sexual
“Estamos frente a un momento histórico. Hay una generación con demandas muy concretas respecto de sus derechos sexuales y reproductivos y el Estado no puede hacerse el distraído. Es probable que haya que pensar en modificar y actualizar la ley de ESI, pero sería muy bueno comenzar a cumplir la que tenemos”, concluyó la referente de Evolución.