“Cualquier acero que llegue a Estados Unidos enfrentará un arancel del 25%”, anunció el presidente de ese país, Donald Trump. Al ser consultado sobre el aluminio, señaló que también estará sujeto a la aplicación de nuevas tarifas. Además Trump mencionó la posibilidad de implementar “aranceles recíprocos”.
La idea de reciprocidad implica que, en términos arancelarios, “si nos imponen un 130% y nosotros no cobramos nada, eso no puede continuar”, declaró el presidente, quien subrayó que este principio se aplicará a todos los socios comerciales de Estados Unidos.
Aunque no hay detalles claros sobre la medida, más allá de la mención del 25% que Trump anticipó, es evidente que el posible grupo de empresas argentinas afectadas incluye algunos nombres destacados: Aluar, que fabrica aluminio en su planta de Puerto Madryn, en Chubut, y en el sector del acero, Acíndar, Ternium y Tenaris, estas últimas pertenecientes al grupo Techint.
De acuerdo con la consultora internacional Trading Economics, el año pasado Argentina (específicamente Aluar) exportó aluminio a Estados Unidos por un valor de USD 515 millones, mientras que las exportaciones de hierro y acero totalizaron USD 112 millones.
Los antecedentes
En efecto, esta medida tiene antecedentes. En 2018, durante el primer mandato de Trump, se implementaron aranceles del 25% sobre el acero y del 10% sobre el aluminio. Sin embargo, en mayo de ese año, el gobierno de Mauricio Macri logró establecer una excepción: se acordó que una cantidad equivalente al 100% del promedio de aluminio y al 135% del promedio de acero exportados en los tres años previos podría ingresar a ese país sin aranceles. Así, Argentina se convirtió en uno de los cuatro países que obtuvieron un acuerdo de exención arancelaria, junto a Australia, Brasil y Corea del Sur.
El exministro de Producción del macrismo, Francisco Cabrera, mantuvo alrededor de treinta encuentros sobre este asunto. Sin embargo, en diciembre de 2019, cuando la administración de Macri estaba a punto de concluir, Trump anunció el restablecimiento “inmediato” de los aranceles a las importaciones de acero y aluminio de Argentina y Brasil. En ese momento, se estimaba que Argentina exportaba aproximadamente USD 700 millones anuales de estos productos al mercado estadounidense, que era el principal destino en esos sectores.
En esa ocasión, Javier Madanes Quintanilla, presidente de Aluar, que destina cerca del 40% de sus exportaciones a EE. UU., criticó al gobierno de Macri por su inacción tras el acuerdo de 2018. Por otro lado, desde Acindar restaron importancia al impacto, dado que la cuota asignada a la compañía en el mercado estadounidense era de apenas 1.100 toneladas.
Plantas en Estados Unidos
Con una extensa trayectoria de obstáculos, que incluyen objeciones antidumping y medidas para-arancelarias impuestas por Estados Unidos, Techint se preparó mediante la inversión en una planta greenfield (es decir, construida desde cero) en Bay City, Texas, destinada a la fabricación de tubos sin costura, la especialidad de Tenaris, en suelo estadounidense. La compañía argentina ya poseía dos plantas siderúrgicas en Houston y Freeport.
La planta de Bay City fue inaugurada en diciembre de 2017, después de un periodo de construcción de 4 años, y tiene prevista una producción anual de 600.000 toneladas de OCTG, unos tubos altamente demandados por la industria petrolera estadounidense para sus operaciones de extracción de shale en cuencas como Permian y Bakken, las equivalentes a “Vaca Muerta” en Estados Unidos.
De acuerdo con Techint, fue una decisión acertada, y de hecho, la planta de Tenaris en Bay City recibió a finales de diciembre pasado el reconocimiento de ExxonMobil, la mayor compañía petrolera de Estados Unidos (y la segunda a nivel mundial, solo detrás de Saudi Aramco), como “proveedor del año 2024”.
“A lo largo del último año, Tenaris ha mostrado de manera constante un rendimiento superior a nivel global en ExxonMobil, incluyendo Guyana y la región del Permian, y ha atendido nuestras necesidades comerciales con estándares elevados”, afirmó Rebecca Vest, vicepresidenta de Abastecimiento de ExxonMobil.
A pesar de ello, otros productos de acero procesado en Argentina continuaron siendo exportados a EE. UU. Según datos de Trading Economics, los aproximadamente USD 120 millones en envíos de hierro y acero hacia EE. UU. ofrecen una idea de lo que está en juego.
Queda por ver qué acciones anunciará la Casa Blanca y si existirá algún tipo de excepciones en relación a los países afectados. Si no hay excepciones, es posible que Milei, en su próxima visita a Washington, deba considerar este asunto, además de la asistencia de Trump para facilitar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que incluya los tan necesarios “fondos frescos”.