La definición del caso Onega, lamentablemente, les dará argumentos a aquellos que realizan una crítica sistemática a las instituciones democráticas. La sesión especial convocada para debatir este tema -que comenzó a las 22.30 y se extendió por más de cuatro horas- se levantó porque, aunque había 33 diputados en el recinto, la moción para pasar a cuarto intermedio hasta la próxima semana -para buscar consensos que seguramente nunca se iban a producir- obtuvo 15 votos afirmativos, 14 negativos y 4 abstenciones. Entonces, el vicepresidente primero de la Legislatura, Santiago de Estrada, correctamente interpretó -a instancias de la Secretaría Parlamentaria- que las abstenciones no debían contabilizarse, por lo que no había 31 votos.
De esta manera la diputada Mirta Onega (Compromiso Social), el diputado Jorge Giorno (Partido de la Ciudad) y el diputado Carlos Ameijeiras (Partido de la Ciudad) no fueron pasibles de ninguna sanción, pese a que la Comisión Investigadora creada para analizar la denuncia por discriminación a un empleado judío realizada a la diputada y la metodología utilizada por su ex bloque para probar la acusación, había emitido un dictamen unánime.
La Comisión -que presidió la diputada Sandra Bergenfeld- había aconsejado a sus pares una suspensión de 180 días para Onega, una suspensión de 30 días para Giorno (quien le realizó una camara oculta su ex compañera de bloque) y un apercibimiento para Ameijeiras (quien cedió su despacho para la adquirir la prueba que incrimine a Onega).
Fueron muchos los diputados que hicieron uso de la palabra para hablar sobre el tema -tantos que en una oportunidad De Estrada resaltó que habían hablado más diputados que los que había presentes en ese momento en el recinto- y la gran mayoría coincidió en algo: la labor seria, honesta, responsable de la Comisión investigadora, y el compromiso de su presidenta.
Tanto Bergenfeld (Juntos por Buenos Aires) como Ariel Schifrin (Confluencia), Ana María Suppa (Frente para la Victoria), Mónica Bianchi (Autonomía Popular) y Jorge San Martino (Unión para Recrear Buenos Aires) defendieron la tarea de la Comisión que integraban básicamente ante los comentarios de la diputada Alicia Bello, quien cuestionó el procedimiento por el cual se arribó a un dictamen único.
Por otra parte, la diputada Vilma Ripoll (Izquierda Unida) -al igual que un par de legisladores y legisladoras más- consideró que "Onega pidió perdón por lo que hizo, pero otros legisladores tuvieron palabras discriminadoras y no fueron acusados por el diputado Giorno. Por lo que está claro que esto es parte de una interna política".
Promediando el debate, la diputada Paula Bertol (Compromiso para el Cambio) nombró a una persona que, hasta ese instante, había pasado totalmente desapercibida, aunque tuvo mucho que ver en la realización de la Cámara Oculta según lo investigado por la Comisión. Bertol pidió "la máxima sanción administrativa para Francisco Ursic, secretario de Relaciones con la Comunidad de la Legislatura" y apoderado del Partido de la Ciudad.
Una vez terminada la discusión de fondo, De Estrada puso a consideración las penas propuestas por la Comisión Investigadora pero no obtuvieron los votos necesarios. Así lo hizo también -luego de idas y vueltas, discursos y más discursos- con las demás propuestas formuladas en el recinto, pero tampoco consiguieron el suficiente respaldo.
Estas votaciones fueron totalmente testimoniales porque para aplicar una suspensión eran necesarios 40 votos afirmativos, y en el recinto sólo había 36 legisladores. Sólo era posible la aplicación de una multa (lo máximo permitido es de un mes), pero para algunos diputados era insuficiente.
Cabe aclarar que la posición de Giorno sobre su posible sanción era innegociable. Su bloque no iba a respaldar ningún plazo de suspensión, por lo que los números definitivamente no cerraban.
Frente a esta situación fueron varios los diputados -entre ellos Diego Kravetz, Suppa (Frente para la Victoria), Roy Cortina (Partido Socialista), Schifrin, Fernando Melillo (ARI) y Rodrigo Herrera Bravo (Compromiso para el Cambio)- que pidieron un cuarto intermedio para la próxima semana a fin de consensuar las penas para todos los involucrados.
Sin embargo, el presidente del bloque Juntos por Buenos Aires, Jorge Mercado, insistió desde el comienzo de la sesión con que el tema debía resolverse sí o sí, y no accedió a ninguna postergación. Incluso pidió en sus colegas que "emitieran un voto a conciencia y responsable".
Ante la negativa de Mercado, Suppa responsabilizó a todo el bloque Juntos por Buenos Aires (con excepción de Bergenfeld) de "realizar una maniobra política para que todo esto quedara impune".
La acusación no pasó desapercibida para Mercado, quien planteó una cuestión de privilegio contra la diputada kirchnerista "porque es de suma gravedad", la que deberá ser analizada por la Junta de Interpretación y Reglamento. Acto seguido, Kravetz defendió los dichos de Suppa y se pidió a sí mismo una cuestión de privilegio.
En medio de este intercambio de cuestionamientos, la diputada ibarrista Laura Moresi aseguró que todo el debate que se había producido luego de votar las sanciones que había propuesto la Comisión Investigadora era "nulo de nubilidad absoluta" porque el decreto de convocatoria a la sesión especial establecía que era para debatir el dictamen efectuado sobre el tema, el cual ya había sido desestimado por el Cuerpo".
Sin duda, la mejor intervención sobre el tema fue la del diputado Martín Borrelli (Compromiso para el Cambio), quien fue felicitado en varias oportunidades por la claridad de su planteo y análisis de los hechos que motivaron la denuncia contra Onega, la discriminación, el procedimiento llevado adelante por Giorno, la interna política que se había producido y la adecuada labor de la Comisión Investigadora, por lo que el bloque al que pertenece iba a respaldar el dictamen elaborado por Bergenfeld y compañía.
Borrelli también explicó que "de ninguna manera esta discusión es nula porque no se sometió a votación el dictamen sino las penas que en el se establecían. Nunca se votó en general y luego se pasó a votar en particular. Sólo estamos debatiendo la graduación de las sanciones".
En tanto, Bergenfeld aseguró estar "muy dolida porque ni la persona que realizó la denuncia fue resarcida ni tampoco la colectividad que fue agraviada" pero aclaró que acata la decisión del Cuerpo "porque es un órgano colegiado y esas son las reglas de la democracia".
Finalmente no hubo ninguna resolución, pese a que hasta que comenzó la sesión había un acuerdo para aplicarle un mes de suspensión a Onega y un apercibimiento a Giorno, tal como había anticipado NOTICIAS URBANAS.
Desde el bloque Juntos por Buenos Aires (Nogaró) aseguran que el acuerdo se cayó porque Compromiso para el Cambio (Festilindo) cambió de parecer a último momento para quedar bien con la colectividad judía y con los medios. Mientras que integrantes de Compromiso para el Cambio afirman que el otro bloque del macrismo le fue funcional a Giorno, y por eso no se logró consensuar ninguna sanción.
Podrán echarse la culpa unos a otros indefinidamente, pero al término de la sesión quedó demostrado que no había la suficiente voluntad política en gran parte de los bloques que componen la Legislatura para aplicar sanciones ejemplificadoras ni a los legisladores involucrados ni al funcionario que fue partícipe.