Dora Martina, quien fuera vicepresidenta del Consejo de Niñas, Niños y Adolescentes del Gobierno porteño, presentó su renuncia el pasado ocho de marzo, en lo que ella misma definió como "un final anunciado".
La ex funcionaria decidió renunciar tras un encuentro con el propio Jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra. NOTICIAS URBANAS la entrevistó justo al tiempo que la ex funcionaria regresaba del velatorio del dirigente peronista Jorge Castells, "una perdida valiosísima", dijo muy dolida. La superposición de funciones dentro del Consejo y el elevado rango con el que cuenta esta dependencia consagrada a defender los derechos de los jóvenes, fueron los motivos de su decisión.
"Pienso que el Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes debería volver a funcionar como una simple dirección, más abarcativa y teniendo a su cargo las defensorías zonales, y no como dos dependencias directas, porque la situación hoy no lo permite", dijo Martina.
Es que el Consejo funciona con una presidencia, a cargo de Maria Elena Naddeo, y con una vicepresidencia, que ocupaba Martina, dependiente de la Jefatura de Gobierno. "Para mi tendría que volver a ser una dirección y pertenecer a Promoción Social, donde estaba antes, junto con las direcciones de la Tercera Edad, de la Niñez y la Familia, de la Mujer y de la Juventud", expuso la ex vicepresidenta del Consejo.
"Es un disparate, por la grave situación económica por la que está atravesando la ciudad, que se le asigne la categoría casi de Secretaria y Subsecretaría a un área -por el Consejo- en la que se gasta el 53 por ciento de su presupuesto sólo en la planta de contratados", expresó la ex funcionaria.
Definió las diferencias de criterios con el Jefe de Gobierno porteño Martina de manera simple " así, distintas interpretaciones, distintas formas de ver las cosas". Su reemplazante al frente de la vicepresidencia del Consejo es María Perla Orseñigo.
Martina también se refirió a la situación actual en la Alianza, donde calificó de "tirante" la relación UCR-Frepaso. La coalición "no está pasando por su mejor momento", expresó. La ex funcionaria, de reconocida trayectoria dentro del radicalismo porteño -especialmente en el barrio de Belgrano-, dice estar convencida de que la Unión Cívica Radical (UCR) debe afrontar las elecciones del 2003 con candidatos propios, fuera de la coalición. "Me costó asumir la Alianza", reconoció.
Su alejamiento coincidió con el de otro funcionario radical, Facundo Suárez Lastra, quien presentó su renuncia al cargo de secretario de Justicia y Seguridad del Gobierno de la Ciudad. A pesar de las renuncias que viene teniendo el radicalismo en el Gobierno porteño, "no me sentí perseguida por (Aníbal) Ibarra, pero éste debería aplicar varias correcciones en su gestión", expresó Dora Martina.
En el tiempo en que duró su breve gestión como vicepresidenta , el Consejo inauguró dos defensorías zonales, una en Villa Urquiza y otra en la calle México, dentro de la jurisdicción del CGP número ocho. "También trasladamos en octubre pasado una defensoría al barrio de Pompeya, que está funcionando muy bien", expresó Dora Martina. "Hicimos además una encuesta muy interesante, "Ahora opino yo", donde fueron relevados 16 mil adolescentes de unos 60 colegios públicos y privados, hogares y comedores comunitarios", manifestó. El objetivo de tal propuesta, que tuvo un importante acatamiento, fue conocer la percepción de los jóvenes en lo que se refiere al respeto de sus derechos.