Según el último informe que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) la industria atraviesa uno de sus peores momentos: el 58% estuvo parado debido a la pandemia del coronavirus. Lo alarmante es que la cifra es superior a la de la crisis de 2002, según lo confirmó el director Institucional y Corporativo del Grupo Techint, Luis Betnaza, quien se refirió a la situación económica del país.
“En la localidad de Campana, con Siderca –la planta madre de Tenaris, líder mundial en la producción de tubos para petróleo– estamos produciendo cero, y en la planta de Ternium, en San Nicolás, estamos a media máquina”, reveló el ejecutivo sobre los efectos de la pandemia. No es hoy un debate si vamos a invertir en mayor capacidad, sino tratar de cubrir lo que tenemos en capacidad ociosa”.
Tal como indica la encuesta cualitativa de la industria manufacturera en el contexto de COVID-19, en el caso de los fabricantes de productos de metal, maquinaria y equipo, solamente el 10% de los locales manufactureros operó normalmente en abril, mientras que el 37% de los locales estuvo sin actividad productiva.
“Argentina es un país de una complejidad política y económica muy grande, que lleva 9 años de estanflación que tiene una carga impositiva implícita de 40 puntos del PBI, que va a salir con niveles de endeudamiento muy grandes”, advirtió Betnaza.
El ejecutivo de Techint aseguró en una nota con Radio Mitre que “existe toda la vocación para salir lo más rápido posible y en las mejores condiciones” de esta situación y que “en una primera etapa la salida va a ser exportadora”, por lo que reclamó facilidades para inversión y para la venta al exterior.
“La Argentina hoy no es un país exportador. Creo que tenemos que tener un apoyo concreto para la post-pandemia, porque ahí sí vamos a necesitar una tarea conjunta con el Estado. El grado de quiebras y otras situaciones van a ser de tal magnitud que vamos a necesitar una tarea conjunta Estado-Privado para salir adelante”, enfatizó.
Betnaza, quien padeció de manera personal la expropiación de Sidor en Venezuela, recordó las consecuencias que tuvo para la empresa la intervención del estado chavista. “Nos dejó huellas productivas muy complejas que tuvimos que resolver con muchos años de trabajo”.
Para el ejecutivo, el resultado de esa expropiación queda evidenciado en los números. “Nosotros recibimos la empresa produciendo 2 millones de toneladas de acero, en 2007 la llevamos a 4.300.000 toneladas. (…) Y en el 2019 produjo 0. El resultado concreto es que dentro de un entramado productivo que era de excelencia, terminamos con una empresa de estas características”, lamentó.
“La actividad productiva es una zona de reserva de la actividad privada. No soy de los que cree que el gobierno tiene que intervenir en situaciones como esta. En particular cuando hemos tenido una intervención de un juez que está llevando adelante una convocatoria de acreedores”, agregó sobre el proceso de intervención y el proyecto de estatización, que llegaría en los próximos días al Congreso.