Una encuesta del Centro de Opinión Pública y Estudios Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales (COPES) de la UBA arrojó que la mitad de los argentinos se prepara para una Navidad “más austera”. Ante la encuesta acerca de la cantidad y calidad de productos que estarán en la mesa de Nochebuena, el 50 por ciento de los consultados respondió que será “menos abundante”, el 38 por ciento indicó que será “igual” que el año anterior y sólo el 4 por ciento contestó que será “más abundante”.
El trabajo reveló también que tres de cada 10 personas no podrán hacer regalos, mientras que el cinco por ciento consideró que tiene capacidad para gastar más que en 2015. Por su parte, el 20,6 por ciento de los interrogados admitió que tratará de gastar lo mismo, mientras que el 31,9 por ciento intentará gastar menos.
Dentro del clima de balance de fin de año que suele reinar en tiempos de las fiestas de fin de año, el COPES indagó sobre las percepciones de los encuestados, pidiéndoles que eligieran una palabra para definir la situación del país. El 26,6 por ciento manifestó que se encuentra “preocupado”, el 22,7 escogió el vocablo “enojado” y el 6,2 optó por la categoría “resignado”, en tanto que un 24,5 por ciento se reconoció “esperanzado” y un 12 por ciento “optimista”.
Del informe se desprende que las percepciones mayoritarias son la preocupación, la esperanza y el enojo. Los consultores detallan también que los hombres están más enojados que las mujeres (27,5% contra 18,7%) y las mujeres están más preocupadas que los hombres (30,7% contra 21,8%). En los más jóvenes prima el enojo (22,7%), en los de mediana edad la preocupación (30,3%) y en los mayores la esperanza (32,6%). Según el voto emitido en la primera vuelta en 2015, los electores de Daniel Scioli son quienes están más enojados (54,4%), pero entre los de Mauricio Macri prima la esperanza (36%) y entre los votantes de Sergio Massa la sensación predominante es la preocupación.
Con respecto al poder adquisitivo, más de la mitad de la población considera que los ingresos se deterioraron en su capacidad para la compra de bienes y servicios. La contracara es un escueto seis por ciento, que considera que esa capacidad aumentó, mientras que un 41 por ciento que afirma que no cambió en este año.
Por otro lado, se pidió a los consultados que calificaran al Gobierno con un puntaje del 1 al 10, emulando la autoevaluación que hiciera públicamente el presidente Mauricio Macri. Al respecto, el 22,9 por ciento aplazó con un uno la gestión; el 16,6 por ciento le puso un 6 y un 15,1 por ciento coincidió con la tasación presidencial del mentado 8. No obstante, hay que destacar un 10,3% que superó la valuación de Macri, colocándole 9 y 10 puntos como síntesis del primer año de gobierno.
La encuesta clarificó, asimismo, las perspectivas que evalúan los argentinos sobre la situación económica para 2017. El 43 por ciento estimó que empeorará, sin embargo el 45 por ciento atribuyó la responsabilidad al gobierno anterior y el 41 por ciento apuntó contra la Alianza Cambiemos.
Otros puntos salientes de la encuesta se refirieron al problema inflacionario y al endeudamiento externo. Sobre el primer tópico, el 65 por ciento aseveró que el fenómeno de la escalada de precios no se detuvo y, en cuanto al segundo, el 35,8 admitió que le preocupa “mucho” el nivel de deuda actual. El 33,9 por ciento, por su parte, ponderó la importancia bajo la categoría “bastante” y el 18,9 y el 4,2 por ciento optaron por “poco” y “nada” respectivamente.
Finalmente, el trabajo elaboró una evaluación del accionar de la CGT a partir del grado de acuerdo o desacuerdo de los consultados con cuatro frases sobre el desempeño de los dirigentes sindicales: “Se están esforzando para conseguir los mejores logros para los trabajadores“; “Están esperando el momento oportuno para tomar medidas“; “Negociaron con el gobierno a espaldas de los trabadores“; y “Lo único que les importan son sus propios intereses“.
La primera sentencia tuvo solamente un 14 por ciento de acuerdo. Es relevante señalar que quienes están en mayor medida en desacuerdo con esta frase son los que ganan entre 12.000 y 50.000 pesos, mayormente sindicalizados -un 58,1 por ciento-, así como también quienes consideran que empeoró el poder adquisitivo de sus salarios, que alcanzan el 57,3 por ciento.
La segunda frase puesta a consideración cosechó una aceptación del 22,8 por ciento, sustentada principalmente por quienes no acuerdan con las políticas macristas. La tercera, que acuñaba que la central negociaba de espaldas a sus representados, fue rechazada por el 43,1 por ciento, incluso con mayor intensidad por quienes vieron empeorar sus ingresos. La cuarta, por su parte, es la que mayor acuerdo convoca: el 47 por ciento postuló que la CGT sólo atiende sus propios intereses. En desacuerdo con esa aseveración, se pronunció un 26,6 por ciento.
El último punto de la encuesta abordó las proyecciones electorales para el año entrante. En ese sentido, el saldo fue que la base electoral del Gobierno nacional es de 30 puntos y el 27 por ciento no sabe lo que va a hacer. Por el contrario, el 24 por ciento adelantó que va a votar a los candidatos que estime como opositores, mientras que dos de cada diez van a preferir candidatos que puedan moverse de manera táctica, equidistantes del oficialismo y de la oposición.