Así lo reflejó un reciente estudio internacional que incluyó a numerosos países, entre ellos Argentina, y que fue realizado por el Institute for Global Tobacco Control (IGTC) de la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health (JHSPH), en colaboración con la Fundación Interamericana del Corazón- Argentina (FIC).
La investigación analizó las tácticas de marketing utilizadas en 633 kioscos ubicados en un radio de 250 metros de 101 escuelas (primarias y secundarias) de 19 barrios de la Ciudad de Buenos Aires. En 559 de esos kioscos se vendían productos de tabaco, mientras que en el 70 por ciento de los comercios se utilizaba la exhibición como principal estrategia de marketing.
“La ley nacional 26.687 regula la publicidad, promoción y patrocinio de productos de tabaco en nuestro país, pero no incluye a la exhibición de producto. En ese escenario, las tabacaleras utilizan a la exposición como estrategia central para continuar promocionando sus productos pero sin violar explícitamente la normativa”, explicó Verónica Schoj, directora de FIC Argentina.
La especialista afirmó que “es evidente la transición de las estrategias publicitarias de las tabacaleras, que sigue el mismo patrón en todo el mundo”.
“Antes desplegaban anuncios de grandes dimensiones y luminosos que violaban claramente la normativa y ahora, en esos mismos espacios o en las principales paredes de los kioscos, colocan grandes exhibidores de paquetes de cigarrillos luminosos y altamente visibles. Se aprovechan del vacío legal, pero en términos de visibilización y promoción de marca el efecto que se consigue es tan potente como el de la publicidad”, aseguró.
Consultada sobre el cumplimiento de la ley, la coordinadora del Programa Nacional de Control del Tabaco de la cartera sanitaria nacional, Marta Angueira, señaló que “la industria tabacalera va buscando siempre estrategias para hacer lo que la norma prohíbe”.
“El tema de la exposición de los cigarrillos es algo gris. Podría estar prohibida, pero las industrias presentan recursos y se ocupan de estirar los procesos. Tenemos inspectores que hacen relevamientos en los kioscos y ya labraron más de 300 actas, pero cuando los casos se judicializan vuelve a existir la posibilidad de interponer recursos”, explicó.
La funcionaria consideró que “la medida más efectiva es la prohibición del 100 por ciento de la publicidad”.
“Ya hay varias provincias, entre ellas Santa Fe, Santa Cruz y San Luis en donde rige la prohibición total y fue sumamente efectiva. Estamos trabajando para eso”, completó.
El relevamiento reflejó, además, que el muestreo de productos adopta distintas formas y que la más extendida es el uso de exhibidores colgados del techo (43,11%). También se encontraron anaqueles luminosos y cercanos a las cajas, punto de paso obligado para los clientes de los kioscos o “power walls” (paredes tapizadas de paquetes), entre otros.
“Es prioritario adoptar legislación que prohíba toda forma de publicidad de productos de tabaco y que incluya explícitamente la prohibición de la exhibición de productos en los puntos de venta. La evidencia científica es contundente: la exhibición es una forma eficaz de publicidad de tabaco y se ha demostrado la asociación entre la exposición y la iniciación al consumo de tabaco en niños y adolescentes”, enfatizó Schoj.
Consultado sobre el cumplimiento de la normativa vigente, un joven que atendía un kiosco ubicado cerca del Colegio Nacional Buenos Aires dijo que “pasaron algunos inspectores, pero nunca dijeron algo respecto a la ubicación de los cigarrillos”.
“Los tengo acá adentro del negocio”, completó el hombre, quien señaló las cajas que estaban ubicadas en el mostrador, a la vista de todos y cerca de las golosinas.
Enfrente del colegio Otto Krause, sobre avenida Paseo Colón, otro kiosco exponía los cigarrillos en la entrada: se veían desde la calle y estaban ubicados a la altura de la cintura, por lo que estaban además al alcance de los niños.
“Nunca tuve inconvenientes para vender cigarrillos de esta manera”, expresó la persona que estaba a cargo del local.
La adicción a la nicotina y al tabaquismo sigue siendo la principal causa de muerte prevenible en el mundo.
En América latina 1039 personas mueren por día a causa del tabaquismo y más de 33.000 millones de dólares son gastados al año por los gobiernos nacionales para tratar los problemas de salud que provoca.