Alberto Fernández no escuchó las afirmaciones que el lunes realizó el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner. Tampoco leyó un punteo sobre sus declaraciones ni desglosó los mensajes que el diputado nacional envío en clave electoral y que estuvieron dirigidos a su figura. Así lo que aseguran en la Casa Rosada.
El diputado nacional se refirió al futuro electoral de su madre, del Presidente y del Frente de Todos. “No creo que Cristina sea candidata”, sostuvo. Con esa afirmación le puso paños fríos al operativo clamor que hace tiempo que está instalado en el kirchnerismo.
Además, se refirió a la posibilidad de que Alberto Fernández compita en las PASO el próximo año. “Creo que él ha dicho que sí, pero para un oficialismo, que su Presidente vaya a PASO con otros competidores es cuanto menos extraño”, indicó.
Lo cierto es que Fernández considera que las elecciones primarias deben llevarse a cabo, sea o no el candidato del oficialismo. Cree en ese mecanismo para dirimir diferencias políticas, por eso no ha militado su derogación, como lo han hecho, explícitamente, los gobernadores del PJ.
Algunos funcionarios y ministros creen que Fernández considera que puede haber una posibilidad para competir el año que viene. Otros se preguntan si realmente cree eso y una mayoría entiende que es imposible que esté en condiciones de competir, debido al desgaste sufrido durante los tres años de gestión.
El mensaje de Kirchner pasó desapercibido en la Casa Rosada. Al menos, es lo que aseguran puertas adentro en Balcarce 50. “Máximo, Larroque, Wado…ninguno existiría sin Cristina. Defienden o expresan su discurso”, advierten desde el entorno presidencial.
En el Gobierno relativizaron la importancia de los dichos de Kirchner. No creen que tengan demasiada entidad.