Y si lo dice National Geographic, es palabra santa: El Ateneo Grand Splendid fue elegida como la librería más linda del mundo. Así lo señaló un artículo de la revista.
La nota escrita por Brian Clark Howard de NatGeo comienza: “En una bulliciosa calle comercial en el elegante barrio de Recoleta de Buenos Aires, Argentina, puede visitar un sereno templo de libros. La iluminación es suave, con detalles que muestran lo mejor de la artesanía de principios del siglo XX”. Y la señala como la librería “más linda del mundo”.
Durante el siglo XX, El Ateneo fue el escenario de conciertos de ballet, óperas y proyecciones de películas, las primeras de Buenos Aires. Pero desde el 2000 cambió su rumbo y comenzó a vender libros.
Howard sostiene que “las conversaciones son silenciosas, como en una gran biblioteca, aunque el espacio es tan cálido y acogedor que el café elevado en la parte de atrás de la sala está lleno de clientes que leen y beben capuchinos y submarinos de chocolate”.
El edificio se encuentra ubicado en el barrio porteño de Recoleta y es montado en un destacado edificio. Posee una gran vidriera con libros, un cartel con su nombre y al entrar al lugar se convierte en un sueño para todos sus visitantes. Por su iluminación, el orden, el clima cálido y el aroma a libro que invita a las personas a sentarse a leer y disfrutar de un café. Su llamativa estructura, proveniente de una arquitectura de principio de siglo XX, puede dejarse ver desde la avenida Santa Fe.
Al fondo, a lo lejos, el telón rojo abierto, a los lados los palcos y en el techo, pasando los libros de la entrada, una cúpula pintada al óleo por Nazareno Orlandi. Las luces cálidas y los ornamentos completan el paisaje de un museo vivo hecho librería.
Antes de estar colmada de libros, el Ateneo fue el Teatro Nacional Norte hasta que, en 1917, se tiró abajo y se construyó un sueño de la modernidad argentina: el Grand Splendid, un inmenso cine-teatro de vanguardia.
El sello Nacional Odeón, bajo el cual empezó a grabar Carlos Gardel en 1920, tenía allí su sede. De hecho, la sala en la que grababa aún existe, aunque no se puede visitar. También en los altos del edificio comenzó su primera transmisión oficial LR4 Radio Splendid, en 1923.