El jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, anunció este viernes junto al director del Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Feito, y el director deportivo, Juan Cruz Fernández, acompañados por los pilotos de Renault, Matías Milla y Franco Vivían, la puesta en marcha del Race Control, en el marco del lanzamiento de los 200 km de Buenos Aires del Súper TC2000, que se llevará a cabo los días 9 y 10 de noviembre en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez.
De esta manera, continúan avanzando las obras de puesta en valor del autódromo, que tienen como principal objetivo incrementar los estándares en materia de seguridad deportiva y de manejo responsable.
“Estamos muy contentos, junto a las autoridades y pilotos del Súper TC 2000, de estar palpitando la previa de los 200 kilómetros de Buenos Aires, una carrera impresionante que siempre nos hace vibrar a miles de vecinos”, expresó Felipe Miguel.
Y agregó: “también nos llena de entusiasmo como está creciendo el Autódromo, porque siguen avanzando las obras y las mejoras tecnológicas y este domingo va a empezar a funcionar acá, por primera vez, el sistema Race Control”.
El Race Control es un centro de monitoreo integral donde se realiza el seguimiento de la prueba y se coordinan los distintos operativos en pista. Esta iniciativa genera un gran salto de calidad a través de la incorporación de tecnología que impacta positivamente en la seguridad deportiva, ya que permite la visualización completa del circuito para una mejor coordinación de los servicios; además, disminuye los tiempos de respuesta ante cualquier incidente y contribuye a agilizar los operativos de emergencia.
Por otra parte, incide directamente en la seguridad del personal abocado a las competencias, ya que ciertas tareas se podrán realizar en forma remota desde el Race Control, en condiciones de seguridad óptimas, minimizando la cantidad de personal en pista expuesto a los riesgos que ello implica.
En Argentina sólo dos autódromos cuentan con esta tecnología: Termas de Río Hondo en Santiago del Estero y Villicum en San Juan. De esta manera Buenos Aires se suma a los más altos estándares de seguridad en materia de automovilismo.
Las obras incluyeron la instalación de cámaras, domos y la configuración de una sala de control que cuenta con un equipo de grabación de 32 señales que se transmite en pantallas con alta tecnología y capacidad de acercamiento.
Además, e instalaron 32 puntos de captura en todo el circuito, compuestos de 22 cámaras fijas y 10 domos, con tecnología HD y 15 puestos de trabajo en la sala.