El Banco Ciudad, pesimista con la reapertura del canje de deuda

El Banco Ciudad, pesimista con la reapertura del canje de deuda

Para la entidad, el nivel de adhesión a la reapertura del canje de deuda por parte de los acreedores que no aceptaron ingresar en 2005 y 2010 "será acotado". El fantasma del default técnico


La entidad financiera también advirtió que “se volverá inevitable entrar en una situación de default técnico” si la Corte Suprema de los Estados Unidos no acepta tratar el caso. 

“Aunque tardía, la reapertura del canje y la suspensión de la ‘Ley Cerrojo’ constituyen un hecho positivo, debido a que la vigencia de esta ley fue una de las principales razones que la justicia norteamericana esgrimió respecto de una falta de voluntad de pago argentina y que los fondos litigantes no estaban recibiendo un tratamiento igualitario respecto a los bonistas que ingresaron en anteriores canjes“, evaluó.

En este sentido, la institución afirmó que, de haberse mantenido abierta la posibilidad de realizar nuevos canjes de deuda, “se hubiera mostrado una voluntad de pago que seguramente no hubiera permitido llegar a la situación límite actual”.

Asimismo, consideró que la propuesta de cambiar la jurisdicción de pago de los bonos emitidos bajo legislación extranjera por la local “no está exenta de riesgos”.

“Esta oferta podría llevar a la justicia norteamericana a rever su decisión de mantener en suspenso la aplicación de la sentencia, acelerando los tiempos de un eventual default técnico”, señaló el informe.

A eso, dijo, se suman las complicaciones para lograr una aceptación del 100 por ciento de los tenedores de títulos que entraron a los anteriores canjes, dado que “muchos fondos de inversión están inhabilitados estatutariamente a tener en activos con legislación argentina”.

A su vez, también explicó que “existe la posibilidad de que participar del cambio de jurisdicción sea interpretado como un desacato a la justicia norteamericana”.

En este contexto, el Banco Ciudad juzgó que “el nivel de aceptación del canje por parte de los holdouts será acotado, y si la Corte Suprema no acepta tratar la apelación presentada por la Argentina se volverá inevitable entrar en una situación de default técnico”.

“Por el momento, la estrategia del gobierno apunta a minimizar el volumen de deuda que podría entrar en default técnico y, en caso que la Corte tome el caso, ganar tiempo hasta que deje de tener vigencia la denominada ‘cláusula de inversor más favorecido’, la cual establece que no se pueden ofrecer términos más favorables que a quienes ingresaron a los anteriores canjes”, analizó.

Al respecto, estimó que si la Corte acepta la apelación argentina, la sentencia final podría estirarse hasta 2015 “cuando la cláusula de inversor más favorecido deja de tener efecto y Argentina podría acordar con los holdouts sin exponersea demandas de los demás bonistas”.

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