En la Casa Rosada no sólo hubo un cambio de rumbo en lo político. Ya que a casi 50 días de su asunción, el presidente Mauricio Macri resolvió impulsar algunas reformas decorativas en su despacho de Balcarce 50.
Entre algunas de las modificaciones llevadas a cabo, se optó por retirar los cuadros de los próceres de la Revolución de Mayo, para colocar otros dos: una pintura del fallecido artista Luis Benedit y una gran foto del Obelisco.
“Parecía un museo. Ahora tiene una imagen más moderna”, se comenta por pasillos de la Casa de Gobierno sobre el despacho presidencial.
Además, el mandatario ordenó retirar la mesa rectangular que Cristina Kirchner utilizaba para sus reuniones cotidianas por una redonda y más chica.
Por otra parte, según confirma el diario Clarín, Macri le hizo tres “limpiezas energéticas” a su oficina. “Había una energía muy nociva en el edificio. Pero se notaba fuerte en el despacho de Mauricio”, aseguran desde el entorno del jefe de Estado, quien desde la implementación de esta práctica no volvió a sentir más los fuertes dolores de cabeza que lo aquejaron durante sus primeros días de gestión. Creer o reventar.
