El consumo de carne fue el menor en más de un siglo

El consumo de carne fue el menor en más de un siglo

Caída del poder adquisitivo.


Los argentinos redujeron sensiblemente la compra de carne vacuna por la baja de la capacidad de compra general. Se trató del registro más bajo desde 1920 y el segundo menor en toda la serie histórica.

En promedio, el consumo fue de 47,7 kilos por habitante en 2024, mientras que este era de 52,5 kilos per cápita en 2023. El mayor pico reciente se había dado en 2013, con 63,2 kilos demandado por habitante.
Carne argentina. Tras una recuperación en la demanda, el año pasado cayó el consumo.

El consumo de carne vacuna por habitante en 2024 fue de 47,7 kilos, con lo que se ubicó un 9% por debajo del marcado en 2023. Se convirtió así en “el segundo registro más bajo desde que se inició la medición, en 1914. Solo en 1920 se verificó un nivel inferior al de 2024 (46,9 kilos por cabeza)”, informó la Cámara de la Industria y Comercio de la Carne Vacuna y Derivados de la Argentina (Ciccra).

La caída del consumo es significativa teniendo en cuenta que con una inflación anual del 122,7% en el Gran Buenos Aires, los cortes de carne vacuna en esa región registraron un aumento del 71,9%. El director de Ciccra, Miguel Schiariti, comentó a Perfil que “el consumo de carne vacuna cayó básicamente porque los precios de las dos carnes que reemplazan a la carne vacuna (cerdo y pollo)son mucho más bajos”. Y agregó: “Con el precio de un kilo de carne vacuna se pueden comprar 3 kilos de pollo o casi 2 kilos de cerdo. Cuando está con un bolsillo flaquito, el consumidor siempre le deja tomar la decisión al bolsillo y no a su gusto”.

Por otra parte, Schiariti señaló que, además del poder adquisitivo, hay un cambio de hábitos de consumo de carnes. “Por poner un número, el 50% de los argentinos tiene menos de 40 años y esa población se acostumbró a tener al pollo como comida cotidiana habitual, cuando hace muchos años era un lujo. Lo mismo pasa con el cerdo, que hace cuarenta años tenía mucha grasa y poca carne y los médicos rechazaban su consumo. Hoy la genética porcina cambió a punto tal que los médicos cardiólogos recomiendan comer carne de cerdo”, destacó.

Con respecto a los precios en 2025, Schiariti adelantó que “en los primeros meses del año habrá novedades, con algún aumento de la carne vacuna sobre fines de febrero o marzo, cuando prácticamente no haya animales en los corrales y todavía no han empezado a llegar los nuevos terneros a los corrales de feedlot”. En el año “estimamos que los precios se van a mantener en relación con el ritmo de inflación tal cual está ocurriendo con el resto de los productos”, añadió.

En 2024 la industria frigorífica produjo un total de 3,177 millones de toneladas de res con hueso, marcando un retroceso anual del 3,4%. Esto fue producto de una menor faena, que se vio parcialmente compensada por un mayor peso promedio en gancho.Por su parte, las exportaciones de carne vacuna fueron récord, con 936,1 mil toneladas, registrando un aumento del 9,8% con respecto a 2023.

 

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