Alejandro Raele es el director de Relaciones Institucionales de Milei. Fue durante 15 años presidente de la Cámara Regional Argentino-Rusa de Comercio, Industria, Bodegas y Agroalimentos (Craciba), se desempeñó como asesor de la empresa petrolera rusa Zaruvesnest y es un experimentado especialista en temas energéticos globales. En diálogo con Noticias Urbanas, analizó el futuro del petróleo en la Argentina, el papel que juegan en el tema los Estados Unidos, Rusia y China, la cuestión específica de Vaca Muerta y los desafíos que enfrentará el próximo presidente.
–¿Cuál es el rol de la Argentina en el escenario mundial del petróleo?
–La Argentina tiene un rol mínimo que, básicamente, es el autoabastecimiento. A nivel global no va a ser un generador de oferta, porque eligió para los próximos diez años el autoabastecimiento como política nacional y por eso no va a intervenir en la oferta mundial de petróleo. De esa manera, el rol de la empresa estatal será el de traer inversiones extranjeras para la producción de petróleo en el país y así generar dos canales de pago. Por un lado, el abastecimiento interno para no tener que importar, y, por el otro, les va a pagar a las compañías extranjeras de servicios petroleros que inviertan en el país con barriles de petróleo. En el caso ruso y chino, se espera cambiar dólares por alimentos.
–¿Qué rol jugará Irán en el mercado mundial y cómo afectara esto a la Argentina?
–Va a jugar un rol importantísimo porque la tendencia de la productividad iraní es pasar de un millón y medio de barriles a cinco millones, lo que determinará que los Estados Unidos le compre menos a Venezuela y que el precio internacional del crudo se resienta. A partir de este escenario, existen dos teorías que tienen que ver con incluir a China en la demanda de consumo de petróleo. Porque de esa manera, las automotrices europeas trasladarían a China la fabricación de autos para que China triplique su demanda de petróleo. Con el nuevo escenario que plantea la producción de Irán, alguien va a tener que empezar a consumir más petróleo y ese alguien es China. Pero hay que generar las condiciones para que eso pase, hay que generar un mercado interno en China.
–¿Cómo valora la evolución del fracking, que es la técnica para extraer gas natural de yacimientos no convencionales, y cómo influirá esa evolución en el país?
–El Conicet e YPF crearon el Instituto de Desarrollo de Tecnologías Sustentables para trabajar con el fracking, en el cual crearon un simulador para Vaca Muerta que permite simular la producción y explotación de petróleo sin hacerla en concreto. Eso lograría bajar los costos a nivel internacional, además de no tener que hacer el fracking, ya que simulan la perforación y obtiene los resultados sin necesidad de hacer nada. De esa manera, cuando le entregás la planta a una compañía, le decís lo que tiene que hacer porque ya lo tenés estudiado. Ese desarrollo está calculado en cien mil millones de dólares y es gratis porque lo tiene YPF gracias al trabajo que hizo con el Conicet. Ahora los Estados Unidos están haciendo que ese programa no prospere. Porque si China o Rusia tuvieran acceso a ese programa, los costos de producción se bajarían y eso generaría una competencia con los países árabes, algo que los Estados Unidos no quieren que ocurra, porque quieren que sigan siendo los más baratos. Por eso la Argentina juega un rol importante y sin quererlo, solo por la necesidad del autoabastecimiento.
–¿Qué novedades se están desarrollando en el mercado petrolero argentino?
–La primera es que la empresa estatal de petróleo rusa, Gazprom, se va a instalar definitivamente en la Argentina en mayo de 2016 y va a convocar a 70 empresas argentinas, entre las cuales está Milei, que se presenta a través del consorcio Milei-IDR-DO, que es un consorcio ruso-argentino. Con esto, Milei entra a formar parte de las grandes ligas de consorcios petroleros. Este consorcio va a trabajar con Gazprom como proveedor de servicios petroleros y apoyo logístico en zona. De hecho, en Vaca Muerta, Milei tiene un pequeño sector dedicado a la logística y al almacenamiento, ya que provee 1.600 equipos en la zona. La otra novedad es que la empresa francesa de petróleo Total, de la cual Milei también es proveedora, va a explotar en aguas del Mar Argentino, en Tierra del Fuego, pozos de petróleo a partir de agosto de este año. En ese escenario, Milei está preparándose junto con el consorcio ruso para ofrecerle a Enarsa tres plataformas de extracción de petróleo y gas, con una inversión que ronda los 5.500 millones de dólares, que van desde las costas de Chubut a Tierra del Fuego. Estas plataformas estarán puestas en lugares estratégicos para que la Argentina logre el autoabastecimiento.
–Dentro de ese escenario, ¿qué papel juega Vaca Muerta?
–Vaca Muerta es un mar interior que se secó y por eso hay vestigios de conchas marinas y arena. Como había mar, había vida marina. Y quedó el depósito de petróleo mezclado con arena, por eso el petróleo sale como barro. Donde antes había vida ahora hay petróleo. Por eso, el país tiene que estudiar lo que había antes para saber lo que hay ahora. Lo mismo, la productividad argentina no puede desequilibrar el precio mundial, porque si bien se dice que Vaca Muerta puede producir tanto como Arabia Saudita, lo que no se dice es que eso solo pasaría en la etapa final. Para entender el escenario actual hay que saber que el petróleo, el agua potable y las armas son los tres elementos más importantes de la geopolítica mundial. Y Argentina tiene dos de esos elementos. Por eso debe definir qué papel juega en el concierto internacional. Debe tener mucho cuidado, porque si desestabilizara el mercado mundial las represalias serían muy fuertes por parte de los Estados Unidos.
–¿Qué rol juegan Rusia y China en el mercado argentino?
–Juegan un rol extremadamente delicado en la posición que la Argentina tiene que tener como país productor de petróleo. ¿Y por qué es delicado? Porque si bien la Argentina necesita las inversiones de ambos, la puesta en marcha de la productividad argentina agregaría mayor oferta al mercado mundial y esa no es la idea. La idea es lograr el autoabastecimiento y un ligero excedente de gas para exportar a Chile. Por eso se convocó a la empresa Uralmash, cuya especialidad es taladrar en zonas adversas, como la Patagonia. Y para que trabaje debés darle servicios petroleros a Uralmash de parte de empresas argentinas. De esa manera, Rusia provee tecnología a la productividad argentina en la Patagonia, y China, para su propio autoabastecimiento y el nuestro, por eso se encarga del financiamiento de toda la cadena de producción. Son dos negocios diferentes. Tanto Rusia como China tienen intereses distintos. Y es importante diferenciarlo. Porque el tercer actor son los Estados Unidos. El escenario del petróleo en la Argentina involucra a las tres potencias, por eso es clave saber qué le conviene a cada una. En ese marco, Milei eligió el área de trabajo rusa, que es la producción de petróleo, pero también somos proveedores de compañías estadounidenses que intervienen en la producción de petróleo.
–Entonces, ¿cuál es el panorama actual de Milei?
–Milei está trabajando con Uralmash y Erriel para ser proveedor de servicios petroleros, dentro de las 60 empresas argentinas que van a llamar a operar. Nosotros vamos a ser una de esas empresas porque tenemos un preconvenio de trabajo con el presidente de Uralmash. Y tanto Uralmash como Erriel van a trabajar en el fracking en Vaca Muerta. Milei está en condiciones de abastecer a varios sectores de la cadena de productividad del negocio y eso lo puede garantizar, llevando desde camiones cisternas de agua hasta equipos sofisticados. En tierra, estamos en condiciones de dar todos los servicios. Nosotros podemos montar en Vaca Muerta toda la planta, tenemos los ingenieros, la gente y los equipos.
–¿Cuál será el escenario si Daniel Scioli llega a la Presidencia?
–En la actualidad se están definiendo dos candidaturas: la de Scioli y la de Mauricio Macri. Y Macri optó por una política en el tema petrolero que va a decepcionar a diferentes sectores que esperaban otro tipo de perfil de negociación. Eso se va a traducir en votos que terminarían yendo para Scioli. Creo que Scioli tiene muy claro que, como primera medida, la Argentina necesita el autoabastecimiento. Y en segundo término, que esto se debe dar con inversiones extranjeras genuinas. Hoy están dadas las condiciones para que eso suceda. Como lo necesitamos solo para el mercado interno no desequilibraríamos el mercado internacional y además habría beneficios para las empresas que vengan. Vaca Muerta tiene una durabilidad de explotación de 50 años. Por eso se le aseguraría a los que vengan el poder trabajar tranquilos. Todo eso, Scioli lo sabe y lo tiene en carpeta.
–¿Y que haría Scioli con los Estados Unidos, Rusia y China?
–Va a decir que vengan los tres. Y luego administrará según las necesidades de cada uno, lo cual es posible porque les conviene a los tres. Porque estamos hablando de áreas petroleras y ninguno de ellos produciría tanto como para que la Argentina se transforme en un país exportador.