La población en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires aumentó entre un 20 y un 40 por ciento en lo que va de 2016 respecto al 2015, según las organizaciones que trabajan con la problemática. En tanto, desde el Gobierno porteño informaron que el promedio de llamados a la línea gratuita de asistencia social se incrementó un 50 por ciento durante el mismo período.
“No nos gusta hablar de números, porque una persona que vive en la calle ya es una injusticia. Pero para comprender la magnitud de lo que estamos viendo, podemos decir que nosotros utilizábamos dos heladeras con las que le dábamos comida a 80 o 100 personas por noche. Hoy usamos tres, llegamos a dar 140 raciones de comida y no bajamos de las 120”, describió Carlos Drago, de Amigos en el Camino.
Cada miércoles por la noche, Carlos recorre los barrios de Caballito, Paternal, Flores, Agronomía y Chacarita. “Comenzamos en Parque Centenario y terminamos en los alrededores del cementerio. A veces llegamos sin comida a ‘Chaca’, pero vamos igual porque ya hay un vínculo con las personas, no solo es asistencia material sino que intentamos acompañarlo desde otro lugar”.
Por eso, Carlos y todo el grupo identifica que hay nuevas personas y que “no se trata de población que haya venido de otros barrios; son nuevas en la calle, uno se da cuenta por las costumbres, el vocabulario, la vestimenta, son personas que se quedaron sin laburo, les aumentó todo y no pudieron pagar más un alquiler o las desalojaron, y muchas son familias”.
“El viernes conocimos a un matrimonio con una nena de seis años que iban a pasar su primer día en la calle. Los desalojaron porque no pagaron el alquiler por segundo mes. La mujer lloraba y me decía que se sentía una mala madre, como si fuera culpa de ella”, relató por su parte Leandro Castro Vila, de Caminantes de Buenos Aires, quien trabaja principalmente en Congreso.
Y continuó: “A marzo observamos que había un incremento de casi un 30 por ciento en la cantidad de viandas que repartíamos. Hoy perdimos la cuenta porque sumamos un recorrido nuevo, pero estamos elaborando más de 150 viandas, cuando en noviembre hacíamos 100 y nos sobraban”.
“Otra cosa que vemos que es nueva en casi diez años que trabajamos en la calle es que la gente llega con hambre porque no comió nada en todo el día. Antes, pasaban por una panadería y algo les daban, pero ahora lo que nos cuentan es que los comercios están produciendo menos cantidad y entonces no tienen sobrantes”, describió.
En el mismo sentido, Pablo Gualtieri, de “Ni una persona más en la calle”, aseguró: “Hemos notado que en el último tiempo hay más gente en situación de calle”. Desde hace cuatro años, este colectivo recorre tres veces por semana Parque Patricios, Once, San Cristóbal y Constitución, visitando unas diez o doce paradas por noche.
“Hay otros grupos que trabajaban en otras zonas y también lo notan, por ejemplo, tienen que hacer más raciones de comida porque hay más gente en todas las zonas”, contó Pablo.
Algunas de las historias de estos nuevos “homeless” tomaron estado público en los últimos meses. En mayo, por ejemplo, se conoció a Ramón, un parrillero que se quedó sin trabajo y se fue a vivir frente al cine Gaumont (Plaza Congreso), con sus hijos, estudiantes del Colegio Carlos Pellegrini.
El 16 de junio, el diario La Nación publicó la historia de Antonella, una nena de 11 años que hacía sus deberes en la calle, en Santa Fe y Coronel Díaz, en pleno Barrio Norte, donde vivía desde hacia siete meses cuando su padre se quedó sin trabajo.
“En Congreso hemos visto varias familias nuevas. Un relevamiento hecho en mayo por la organización ‘Haciendo Lío’ arrojó que solo en la plaza, que son dos manzanas, viven 250 personas”, indicó por su parte Claudia Enrich, del colectivo Ciudad Sin Techo.
Desde el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño informaron que en la línea 108, un número gratuito al que llaman personas en situación de calle o vecinos cuando ven a alguien en situación de vulnerabilidad, “el año pasado se recibieron un promedio de 200 llamadas diarias y este año unas 300, siempre en el período comprendido entre junio y agosto”.
Según el último censo realizado por la Ciudad en abril de este año, en las calles porteñas duermen cada noche aproximadamente unas 800 personas, estadística que se mantiene estable desde hace cinco años.
Sin embargo, la ONG Médicos del Mundo asegura que las personas que “sobreviven” en las calles porteñas son más de 16.000, y las organizaciones toman este número en el que se incluye no solo el que está literalmente en calle, sino a toda la población que reside en paradores, recibe subsidios habitacionales o se encuentran en riesgo de desalojo.
Finalmente, el informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA publicado en abril, indicó que en el primer cuatrimestre unas 315.000 personas cayeron en la indigencia en todo el país, y se sumaron 1.400.000 nuevos pobres.