El sábado 17 de agosto Hernán Lacunza entró a formar parte de las grandes ligas. Esa noche se confirmó su nombramiento como nuevo ministro de Hacienda del Gobierno nacional de Mauricio Macri. Y la tenía dificil. Asumía un puesto clave luego de una dura derrota electoral en las recientes PASO. Muchos dudaban de lo que podía hacer, sin embargo, el tiempo lo colocó en otra posición. Las recientes medidas económicas, en especial, las relacionadas con la contención del dólar, le trajeron cierta tranquilidad al país y lo transformaron en el ministro clave y de mayor presencia que tiene el actual Gobierno. Nada mal.
Y otro logró no menor de Lacunza fue plantear la renegociación ordenada de la deuda.
El poder que acumuló Lacunza en tan breve tiempo lo transformó en algo más que un funcionario que maneja la economía del país; también le está dando un relieve político a su gestión. Y su éxito también involucra por supuesto a María Eugenia Vidal. Lacunza era su ministro de Economía en la Provincia de Buenos Aires y tras su imposición por Vidal, empezó la declinación final de su “enemigo interno”, Marcos Peña.
Desde ese día Lacunza es la única cara visible del Gobierno. No solo por las medidas que tomó, sino también por su rol mediático. Luego del anuncio del cepo al dólar, el domingo pasado, fue el propio ministro el que salió por los medios a defender las medidas.
Como si fuera poco, Lacunza cuenta con el respaldo -obligado-de Macri, y fundamentalmente de Vidal y Horacio Rodríguez Larreta.
Lacunza también rápidamente advirtió que dentro del gabinete, Rogelio Frigerio, era el ministro más competente que tiene Macri dentro de la Mesa de Acción política que increíblemente lidera Carrió.
“En el Gobierno ya quedó claro que Lacunza es la única garantía de una transición ordenada pero el dato más importante es otro. Luego de las elecciones la figura de Lacunza va a a quedar pie y será de las pocas dentro del Ejecutivo que reconstruyan la nueva oposición junto a Larreta, Vidal, Frigerio y Monzó, entre otros”, le dijo a Noticias Urbanas una importante fuente de la Casa Rosada.
El poder y las apariciones mediáticas de Lacunza contrastan con el silencio y la incapacidad del resto del gabinete.
Y ese nuevo poder deja en claro, que el ascenso de Lacunza es la derrota absoluta de Marcos Peña y la victoria de Vidal, que aunque haya perdido en la Provincia, conservará a demás de su buena imagen un importante números de legisladores que le responden. El probable triunfo de Larreta es la lápida del Jefe de Gabinete y la consolidación del dúo nacido en Sophía.
Por la deuda…se viene el DNU
Luego de la derrota en las PASO, el Gobierno apostó fuerte, o por lo menos eso trató. a que el FMI desembolsará la última parte del préstamo para de esa manera, llegar a fin de año.
Sin embargo, el la realidad estuvo muy lejos de lo deseado. Los emisarios del Fondo visitaron la Argentina y se reunieron con el ganador de las PASO, Alberto Fernández, y no dijeron ni una palabra del desmbolso. Es más, todo el Directorio del organismo se reunió el viernes y tampoco hubo novedades.
Según la información de Noticias Urbanas, el desembolso del Fondo vendrá para fin de año.
El tema político está trabado y el propio Lacunza le dijo a Macri de que el proyecto de la renegociación de la deuda pase por Diputados es una batalla perdida. El ministro sabe que la oposición no lo aprobará de ninguna manerea.
Sin embargo, Macri vuelve a estar en una encerrona y ahora estudia muy seriamente la posibilidad de impulsar un DNU.
