Este martes, el Frente de Todos (FdT) porteño cerrará la campaña a las 14 en el barrio porteño de Caballito.
La lista que encabezan Leandro Santoro y Gisela Marziotta como candidatos a diputados nacionales y Alejandro Amor y Victoria Montenegro como candidatos a legisladores porteños realizará un acto en el Estadio Héctor Etchart del club Ferro Carril Oeste para concluir la primera etapa de la campaña.
Desde el comando liderado por el senador Mariano Recalde, le explicaron que la campaña comenzó con un acto en Costa Salguero -para denunciar la venta de tierras públicas- y luego se focalizó principalmente en actos en parques de la zona centro, con un formato de charla abierta que se ajustaba a los protocolos sanitarios y explotaba una de las fortalezas de Leandro Santoro: su capacidad de oratoria.
Según los organizadores, el formato de charla pública genera un “efecto multiplicador” porque quienes asisten después comparten su experiencia en las redes sociales y también conversan con familiares y conocidos. Además, los fragmentos de los discursos de Santoro son “fáciles” de adaptar para la campaña digital.
El equipo encargado de “viralizar” los contenidos del Frente de Todos porteño está compuesto por unas diez personas, y trabaja en estrecha coordinación con sus pares de provincia de Buenos Aires y Nación. Todo es generado dentro de la estructura partidaria, no se trabajó con consultoras ni productoras.
Luego se sumaron las clásicas recorridas por zonas comerciales, donde los candidatos escucharon la difícil situación que atraviesan gran parte de los locales y emprendimientos. Algo que notaron es que muchos dueños y empleados atribuyen políticas del Estados Nacional, como el ATP o el IFE, al gobierno de Rodríguez Larreta. Será algo sobre lo que trabajarán de cara a las elecciones generales.
En los próximos días antes del inicio de la veda los candidatos, especialmente Santoro, buscarán mantener una fuerte presencia en los medios de comunicación. La estrategia discursiva, que comenzó en un tono más “arengador”, ahora se volvió más “moderada y reflexiva”.