El Gobierno nacional celebró que la semana pasada el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) habilitara al acuerdo refrendado en el Congreso por ambas cámaras. El festejo duró poco: en medio de la interna caliente del Frente de Todos, desde el organismo comunicaron que van a adelantar a mayo la revisión trimestral pautada para junio.
Bajo el argumento de “riesgos excepcionales” que podrían modificar las previsiones grabadas en el acuerdo, desde el organismo llamaron a recalibrar políticas y adelantar la primera revisión del programa, teniendo en cuenta la guerra en Ucrania, el contexto sociopolítico doméstico y la pandemia como principales elementos de cambio.
En el texto, se subrayan la amplitud de miradas políticas sobre el acuerdo y se deja entrever que desde el Fondo miran con especial atención la tensión dentro de la coalición oficialista, que está dividida precisamente por la aprobación del acuerdo con el organismo.
Es que el proyecto aprobado en el Congreso estuvo marcado por la renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque oficialista en Diputados, la ausencia de Cristina Kirchner durante la sesión en el Senado, y los votos negativos del kirchnerismo duro.
Alertados por la trifulca del Frente de Todos, el FMI advierte que el espaldarazo político que recibió el acuerdo “puede ser frágil y podría debilitarse antes de las elecciones presidenciales de octubre de 2023 o antes si la confianza no se reconstruye rápidamente”.
Desde la sede central del organismo miden con termómetro la temperatura de la política local y advierten que las fisuras podrían perjudicar las revisiones. Por eso puntualizan en que “las conmociones descarrilan la implementación y el logro de objetivos macroeconómicos más amplios”.
Con todo, la aprobación del Acuerdo de Facilidades Extendidas por parte del board permitió que las reservas del Banco Central recibieran el primer desembolso de 9.800 millones de dólares. La mención a la interna panperonista y el adelantamiento de la primer revisión no fueron, sin embargo, los únicos mensajes que el Fondo registró en su Staff Report del viernes. También realizaron recomendaciones.
“A mediano plazo, será necesario renovar los esfuerzos para abordar desafíos estructurales profundamente arraigados. Revertir décadas de bajo y altamente volátil crecimiento de la productividad, inversión limitada, exportaciones débiles, alta dolarización y crecimiento del empleo formal llevará tiempo y requerirá un fuerte consenso político y social”, dice el texto.