El staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) ya tiene escrito su último borrador del análisis técnico realizado sobre las consecuencias económicas y financieras del crédito de 44.000 millones de dólares concedido al gobierno de Mauricio Macri.
Se trata de una evaluación que Alberto Fernández puso sobre la superficie al cerrar anoche la Conferencia de Unión Industrial Argentina (UIA) y cuya difusión es clave para la Casa Rosada y su estrategia de negociación con el FMI.
En su discurso ante la UIA el Presidente sostuvo: “Le pedimos al FMI que antes de que cerremos un nuevo acuerdo, haga su evaluación de lo que fue el fallido programa Stand-By por el que se desembolsaron 44 mil millones de dólares que se mal-utilizaron en pagar deuda insostenible y en financiar salida de capitales. Eso nos va a ayudar a terminar de entendernos. Es un paso necesario en este camino”.
Hace unos meses, durante una reunión informal del board del FMI, se trató el Caso Argentino. Y en este contexto, se decidió hacer una evaluación del uso y las consecuencias económicas y financieras del crédito que Macri obtuvo por orden política de Donald Trump.
Fue una decisión by the book. Para conceder un nuevo crédito -De Facilidades Extendidas como se prevé-, el board del FMI tiene que recibir un evaluación técnica de lo que sucedió con el anterior. Es decir: saber con certeza cómo se utilizaron los 44.000 millones de dólares que se otorgaron a Macri y su administración.
Julie Kozack, subdirectora en el Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, solicitó al economista noruego Odd Per Brekk, vicejefe del Departamento de Asia y Pacífico del organismo multilateral, que ejecute la decisión del board.
El economista Brekk -que jamás estuvo asignado en América Latina- ya tiene el último draft de la revisión solicitada por Alberto Fernández: son casi 100 páginas que el board analizará antes de navidad.
Consultado por Infobae, un vocero del FMI explicó: “La Evaluación Ex-Post se concibió como un mecanismo para trazar lecciones después de que se completa un acuerdo de acceso excepcional. Para los países donde se contempla un nuevo programa posterior, es deseable completar la Evaluación Ex-Post antes de que el Directorio Ejecutivo lo considere. Como tal, esperamos que el Directorio Ejecutivo del Fondo discuta el informe en la semana del 20 de Diciembre”.
El informe que analizará el board antes de navidad no tiene consideraciones políticas. Macri obtuvo un crédito Stand-By por la decisión de Trump, y en ese FMI influían dos altos funcionarios que hoy ocupan puestos claves en DC: David Lipton y Mauricio Claver. Sin ellos, más la presión de la Casa Blanca, jamás se hubiera desembolsado 44.000 millones de dólares.
Lipton es ahora un asesor clave de Yenet Yallen, secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, mientras que Claver ocupa la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El establishment de DC cuida los suyos, y en el informe técnico redactado por instrucción del staff del FMI no se hará una sola alusión a Lipton y Claver.
Sin embargo, a los fines de la estrategia de negociación que diseñó Alberto Fernández, la evaluación Ex-Post del Acuerdo Stand-By podría servir hacia adelante. El jefe de Estado siempre planteó que el FMI tiene que hacerse cargo de sus eventuales errores políticos al conceder el crédito de 44.000 millones de dólares, y su informe que se discutirá en 20 días podría avalar esta hipótesis de trabajo.
Según comentó a Infobae un miembro del board que ya leyó la evaluación escrita por el técnico noruego: “El dossier da a entender que el FMI sobre actuó cuando le concedió el crédito a Macri. Y creo que esa definición sería importante para la Argentina”.
De acuerdo a las fuentes consultadas por Infobae, Alberto Fernández y Martín Guzmán también sabían del contenido de la evaluación Ex-Post del Acuerdo Stand-By, y en un cónclave en Olivos decidieron utilizarla para mejorar la posición de la Argentina en un capítulo clave de la negociación.
Desde esta perspectiva, el presidente evaluó el mejor escenario político y decidió avanzar durante la conferencia anual de la UIA. Fue cauto y diplomático: antes de hacer pública su estrategia pidió que comunicaran a Washington su próximo paso.
Y así sucedió. Alberto Fernández escribió su discurso, exigió la evaluación técnica y en el FMI se prepararon para completar el círculo institucional. Nadie quiere ruido político: ni en DC ni en Balcarce 50.