El bloque del Frente para la Victoria (FpV) en la Legislatura porteña votó en contra de los proyectos del oficialismo que proponen vender terrenos públicos para apuntalar negocios privados. Asimismo, rechazó la iniciativa para que la Ciudad realice un canje de deuda por las imprecisiones del proyecto oficial en relación a las condiciones de emisión de los nuevos títulos.
Al referirse al proyecto de rezonificación de tierras para negocios entre privados que permitan financiar una obra ferroviaria (RER), el legislador Javier Andrade sostuvo que “venden tierra para realizar una obra faraónica que no es prioritaria para la Ciudad, y profundizan la idea de que la obra pública y los espacios verdes se pagan únicamente a través de la entrega de tierra pública”.
“Está claro que lo que están armando son enclaves de alta rentabilidad inmobiliaria, que funcionarán cerrados sobre sí mismos. Se trata de un modelo de Ciudad excluyente y desarticulado que no queremos ni aceptamos”, sentenció Andrade.
En cuanto al uso del playón ferroviario de Colegiales para la construcción de torres, en lugar de espacios verdes, la legisladora Andrea Conde enfatizó que “el pedido del parque no es un capricho sino una necesidad del barrio, y las playas ferroviarias son el último terreno en el barrio sin construir que podría cumplir esa función y aumentar el bajo promedio de espacio verde por habitante con el que cuenta”.
“Los vecinos están cansados de que les mientan, de que les prometan cosas que luego caen en el olvido. Como representantes, no podemos seguir haciendo oídos sordos a lo que piden los vecinos y vecinas de Colegiales para su propio barrio”, afirmó Conde.
Con respecto al endeudamiento, el jefe del bloque, Carlos Tomada, señaló que “el déficit fiscal es un rasgo distintivo de la gestión del Pro. En la Ciudad, el resultado fiscal fue negativo todos los años desde 2008 y el modo de sostener ese agujero en las cuentas públicas fue un creciente proceso de endeudamiento en muy malas condiciones. En diez años, la deuda medida en dólares se quintuplicó.
“Es toda una definición que el presupuesto de esta ciudad tenga una participación cada vez mayor de intereses de deuda y cada vez menor de servicios sociales como educación y salud”, sostuvo Tomada.
Desde el FpV señalaron que los dos aspectos más importantes por los que no aceptaron acompañar esta iniciativa son, “primero, el pedido de autorización para emitir hasta 500 millones de dólares de deuda destinados al pago de amortizaciones de los tenedores que no ingresen al canje. No es serio lanzar un canje y prever su fracaso. Lo segundo tiene que ver con el monto del canje, previsto en 1.500 millones de dólares, cuando la deuda que vence entre 2018 y 2021 es de 1.200 millones de dólares”.
En contra del proyecto educativo de Larreta
Por otro lado, Tomada, junto a las legisladoras Lorena Pokoik y Paula Penacca, representantes del bloque en la Comisión de Educación, mantuvieron en la tarde del jueves una reunión de trabajo con estudiantes, madres, padres y docentes de escuelas medias de la Ciudad de Buenos Aires a fin de evaluar los pasos a seguir en el marco del debate por la “Secundaria del Futuro”, el plan de reforma de nivel primario y medio que el Ministerio de Educación de la Ciudad planea implementar el año que viene en 17 escuelas públicas. También participó el bloque del FIT, representado por la diputada Laura Marrone.
En el encuentro se realizó un intercambio de información sobre las distintas acciones que está encarando la comunidad educativa, particularmente los padres y madres para procurar que el Gobierno de la Ciudad escuche el reclamo. En este marco, los legisladores se pusieron a disposición para acompañar y apoyar el pedido en la vía judicial y propusieron convocar en lo inmediato a una mesa de trabajo que elabore una propuesta de mecanismo participativo para que las familias y los estudiantes presenten al Ministerio de Educación.
Tras la reunión, los diputados sostuvieron: “Desde el bloque del FpV consideramos que la manera en que el Gobierno porteño y la ministra Acuña plantearon esta reforma fue, como mínimo, poco seria. Los cambios en la currícula y la cursada que se derivaría de los documentos de trabajo que han circulado demandan un involucramiento de todos los afectados y no pueden pretender hacerlo entre gallos y medianoche. De esa manera es muy probable que fracase y se termine necesitando un proceso serio y participativo de debate más adelante”.
“Le estamos proponiendo a la ministra evitar ese fracaso y que el próximo año nos podamos sentar todos y todas los miembros de la comunidad educativa y aquellos que tenemos responsabilidades institucionales a consensuar una reforma que constituya un primer paso firme hacia la escuela secundaria moderna, inclusiva y de excelencia que todos y todas queremos para nuestros jóvenes”, aseguraron.