El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, rechazó este jueves las versiones que indicaban que el Gobierno estaría dispuesto a debatir la introducción de la boleta única complementaria para las elecciones de octubre.
“El sistema electoral ya fue definido y no va a cambiar por un capricho basado en una profecía autocumplida de algunos que sabían que iban a perder las elecciones en Tucumán”, declaró.
Fernández aseguró que el Código Electoral prohíbe expresamente que se realicen cambios en el sistema electoral durante los 90 días previos a las elecciones. Además dijo que recibió una acordada reciente de la Corte Suprema que considera que es imposible hacer modificaciones en el mecanismo de votación planteado para el 25 de octubre.
La boleta única complementaria tomó fuerza durante las últimas semanas como una alternativa para enfrentar el robo de papeletas en las elecciones nacionales. La idea, impulsada por la Red Ser Fiscal, contempla que cada presidente de mesa tenga un pilón de ellas en caso de que haya faltantes en el cuarto oscuro. Pero el Gobierno por ahora no se muestra dispuesto a implementarla.
“Puedo adelantar que no va a haber una recomendación favorable”, informó esta mañana el director nacional electoral, Alejandro Tullio.
El funcionario kirchnerista, que responde al Ministerio de Justicia de la Nación, coincidió con el pronóstico de Aníbal Fernández: recordó que a menos de 50 días de las elecciones presidenciales es extremadamente difícil pulir la logística necesaria para recapacitar a las autoridades de mesa y fiscales de todo el país, imprimir las boletas complementarias y distribuirlas a lo largo y ancho de los 24 distritos.
A ello se suma además la necesidad de que primero se apruebe una ley en el Congreso de la Nación, para lo que primero debería haber debates de comisión y luego una votación en el recinto, tanto en Diputados como en el Senado.
“Para hacerlo habría que modificar 28 artículos del Código Nacional Electoral”, recordó Tullio, en diálogo con radio Vorterix.