Si bien la demolición del Elefante Blanco estaba anunciada para este jueves, el Gobierno porteño la postergó debido a que aún hay demoras en el trámite de licitación de la obra. Asimismo, aún hay casillas que habitan decenas de familia, junto al edificio.
Fue a comienzos de julio cuando el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, había confirmado que el establecimiento ubicado en la villa Ciudad Oculta sería derribado y desmantelado, para ser destinada a espacios de uso público. El proceso de tareas de demolición tendría una duración de 280 días.
En ese momento, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat estimó que antes de tirarlo abajo lograrían acordar con los vecinos linderos una solución habitacional y/o económica para su reubicación. Sin embargo, todavía hay viviendas apoyadas sobre las paredes del imponente inmueble, en el barrio de Villa Lugano. El conjunto de casas es conocido como Manzana 27 bis.
A su vez, voceros de la dependencia conformaron una mesa de diálogo con esos vecinos, como parte de la causa judicial en manos de la jueza Elena Liberatori, que prohibió cualquier desalojo de las familias. En este caso, las fuentes admitieron que mientras no estén todas esas personas relocalizadas no empezará la obra. También explicaron que la apertura de los pliegos para adjudicar la demolición se realizará este viernes, por lo que sólo en septiembre se iniciarían los trabajos.
Las condiciones del Elefante Blanco son nefastas, por lo tanto desde diciembre de 2013 avanza una acción judicial impulsada por un amparo colectivo que pide el saneamiento del entorno del lugar. Presencia de ratas, acumulación de basura y falta de servicios públicos, son algunos de los reclamos que los vecinos necesitan resolver. Frente a esto, el defensor público Ramiro dos Santos Freire y una asesora tutelar patrocinan a los habitantes de la manzana 27 bis.
Si bien se había dicho que los habitantes iban a ser desalojados por la fuerza y que, de esta manera puedan avanzar con la demolición de la estructura, los funcionarios presentaron una nueva medida cautelar para frenar cualquier tipo de medida similar y la jueza Liberatori hizo lugar al pedido.
“Compartimos que hay que relocalizar a esa gente, pero tiene que haber una solución con casas dignas que mejoren sus condiciones de vida actuales”, dijo el defensor.
El plan original del Gobierno de la Ciudad era mantener en pie los primeros pisos del Elefante Blanco, edificio ideado en la década del 30 para alojar a la Liga contra la Tuberculosis, y mudar allí al Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat. Pero, según estudios técnicos realizados, la estructura de Villa Lugano es irrecuperable. El ministerio llegará al mismo predio, aunque a una construcción independiente.
De acuerdo con un censo gestionado por el Ministerio Público de la Defensa en la Manzana 27 bis residen 163 familias (535 habitantes) distribuidas en 74 viviendas. Según aclararon desde el organismo, estas cifras podrían haber sufrido alguna modificación desde entonces. Desde Desarrollo Humano insisten en que sólo son 40 las familias que persisten en esa situación y aún no acordaron su relocalización.