El Gobierno de Alberto Fernández anunció la derogación de tres decretos que habían sido firmados por el expresidente Mauricio Macri, que permitían el voto postal y anticipado de los argentinos que viven en el exterior, y el sufragio anticipado de las fuerzas de seguridad que integran el comando electoral y de las personas que cumplen prisión preventiva.
Parte de la normativa, decretada por la gestión de Cambiemos en enero de 2019, había sido cuestionada y judicializada por el PJ, el kirchnerismo y el Frente Renovador en un expediente que trepó hasta la Corte Suprema, que aún debe pronunciarse sobre la constitucionalidad de las medidas.
Los decretos 54 y 55 de enero de 2019 habilitaban el voto anticipado de “los argentinos que se encuentran cumpliendo prisión preventiva” (son unas 48.000 personas, según datos de la Procuración Penitenciaria de la Nación de 2019) y del “comando electoral que tiene a su cargo preservar y asegurar el orden durante los comicios”, respectivamente.
Esos grupos podían emitir su sufragio entre siete y doce días antes del domingo de las elecciones en mesas estipuladas por la autoridad electoral. Las normas, sin embargo, quedaron suspendidas en 2019 y se fijó su aplicación recién a partir de 2021.
El decreto 45/2019, en tanto, determinó que los argentinos que viven fuera del país podrán votar como hasta ahora -en la sede diplomática argentina más cercana a su domicilio- o “manifestar su voluntad de emitir el sufragio por correo postal, inscribiéndose hasta 90 días antes de la fecha de la elección”.
A partir de allí se elaboraba un padrón de estos ciudadanos, y se les enviaría tres sobres, con una boleta única, un instructivo y una declaración jurada para acreditar su identidad. El elector debía enviar la documentación en sobres separados hasta cuatro días antes de las elecciones.
El voto de los argentinos en el exterior es, de todas formas, optativo y la participación suele ser baja: en los últimos comicios participaron unos 20.000 ciudadanos con esa modalidad, según estimaciones oficiales.
Ahora, esos tres decretos de Macri serán derogados por la gestión de Fernández a través de otros dos decretos: uno contemplando el caso del voto postal en el exterior y otro el caso del voto anticipado de presos y fuerzas de seguridad. “Cualquier modificación del sistema de votación tiene que pasar por el Congreso. Por otra parte, en la Argentina el voto anticipado no está contemplado en el Código Nacional Electoral”, señaló la secretaria de Asuntos Políticos, Patricia García Blanco al justificar la medida.
Además de revertir estas reglas electorales, el Gobierno ya tomó una determinación: cualquier protocolo sanitario que se aplique por la persistencia de la pandemia se hará “con el código electoral actual”.
Eso quiere decir que no habilitará formatos digitales o postales excepcionales para votar en el contexto del coronavirus y que el sufragio seguirá siendo simultáneo y presencial. “Se podrán evaluar con el Ministerio de Salud pautas vinculadas al distanciamiento social, pero no se va a cambiar la ley”, enfatizaron fuentes oficiales. (DIB