El Gobierno dictó este viernes por la mañana la conciliación obligatoria en el conflicto con Camioneros, el gremio que lidera Hugo Moyano. Lo hizo después de que desde el sindicato amenazaran con un plan de fuerza por no haber avanzado la paritaria del sector para el período diciembre-febrero.
La notificación de que el proceso entraba en conciliación obligatoria fue hecha por la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, a través de un comunicado de su cartera.
En la previa, el Gobierno había rechazado el aumento de 8,5% trimestral pedido por los Moyano. Los empresarios del sector se habían puesto de acuerdo en ese número a pagarse en tres cuotas -luego de rechazar una suba de 5% mensual-, más un bono de $600.000 en cuatro tramos. Pero desde la Casa Rosada consideraron que esto iba en contra de las expectativas inflacionarias fijadas por el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo.
De momento, la orden que bajó desde el Palacio de Hacienda a la Secretaría de Trabajo, a cargo de Julio Cordero, fue no habilitar ninguna suma que vaya por encima de 1% mensual en 2025.
Como el incremento no se validó, Moyano padre llamó a comenzar con las asambleas en el gremio, como paso previo a un paro de esa rama del transporte, que ya había advertido que iba a activar si no caminaba la negociación.
Cuando la reunión fracasó y el incremento fue dado de baja por la gestión libertaria, el secretario adjunto de Camioneros, Jorge Taboada, indicó: “No hay acuerdo y entonces se tomarán las medidas que correspondan”. Más tarde, en un comunicado, desde el gremio de los Moyano dijeron que “no se puede permitir” que el Ministerio de Economía “coarte la libertad de los trabajadores de negociar sus salarios con las cámaras del sector” y por eso anunciaron: “A partir del día de la fecha iniciamos medidas de acción directa en todas las ramas de nuestro convenio colectivo, advirtiendo que cualquier consecuencia de estas medidas es responsabilidad del gobierno nacional. No podemos permitir que se les impida a los trabajadores camioneros seguir viviendo con la dignidad que se merecen”.
Tras esto, desde Balcarce 50 anunciaron la conciliación obligatoria, una herramienta legal que abre una negociación durante 15 días, prorrogable por diez días más, para intentar llegar a un acuerdo.
Comunicado oficial
“El Ministerio de Capital Humano, a través de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, dictó la conciliación obligatoria ante el anuncio de inicio de acciones de fuerza por parte de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros”, indicaron desde la cartera que conduce Pettovello este viernes por la mañana.
Según dijeron, esta medida se adoptó luego de la solicitud hecha por parte de la Federación Argentina de Entidades de Transporte y Logística (Faetyl) y la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), que son la contraparte del gremio en esta negociación.
“La Secretaría de Trabajo estableció un plazo de 15 días de conciliación obligatoria, en el cual tanto las cámaras como el gremio están inhibidos de tomar cualquier represalia o medida de fuerza”, detallaron.
— Ministerio de Capital Humano (@MinCapHum_Ar) December 20, 2024
Por lo general, cuando los privados y el gremio llegan a un acuerdo (como en este caso) pero no es homologado por la Secretaría de Trabajo, la mayoría de las empresas no oficializan los aumentos hasta que el Gobierno no lo habilita.
El descontento de los camioneros por eso se dirige sobre todo a Caputo y no a las cámaras del sector. El ministro de Economía, que tiene blindado su plan económico para que las cuentas cierren y no se dispare la inflación, además de para cumplir las metas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) -con el que comenzó a negociar un nuevo acuerdo- tuvo varios contrapuntos con Pablo Moyano en los inicios del gobierno libertario.
El más resonante fue cuando el sindicalista, del sector gremial más duro contra el gobierno nacional, dio un discurso en el primer paro general y dijo que si Caputo seguía con sus medidas en contra del mundo laboral, los trabajadores “lo iban a tirar al Riachuelo”.