El museo de la Casa Rosada es el escenario del lanzamiento del Plan Nacional de Lectura que impulsó el presidente Alberto Fernández y el ministro de Educación, Nicolás Trotta. Acompañados por escritores, editores y trabajadores de los sindicados vinculados al sector gráfico, Fernández y Trotta buscan formentar esa actividad a 10 millones de niños, niñas, adolescentes y sus familias. La idea también es reactivar la industria gráfica.
Cabe recordar que la iniciativa fue creada durante la presidencia de Raúl Alfonsín en 1984.
Las escritoras Laura Devetach y Claudia Piñeiro van a leer fragmentos de cuentos, durante el acto inaugural
Además de promover la lectura, el programa que fue continuado por la gestión de los Ministros de Educación Daniel Filmus, Alberto Sileoni y Juan Carlos Tedesco, había logrado llegar a 2.254.721 personas; distribuyó gratuitamente 40.000.000 de ejemplares de cuentos y poemas y más de 15.000.000 de libros en escuelas y espacios no convencionales de todo el país.
Este lunes, la dirección del Plan Nacional de Lectura estará a cargo -tal como lo había anunciado Trotta en el Congreso Pedagógico de Chaco- de Natalia Porta López, una escritora que cuenta con una larga trayectoria de trabajo en la Fundación Mempo Giardinelli.
El Ministro de Educación de la Nación, expresó que “el Plan Nacional de Lectura y alfabetizaciones se vincula a lo que nosotros consideramos que es una política central en términos educativos para los tiempos que vienen”, dijo en declaraciones a Página 12.
A su vez, Trotta indicó que el plan permitirá que “todas las familias argentinas se puedan apropiar del derecho a la lectura como una herramienta que tendrá impacto, no solo en los procesos de aprendizaje en la escuela, sino también como una herramienta transformadora que logrará que los padres y los hijos puedan encontrar un lugar de lectura en común”.
El titular de la cartera educativa explicó que “luego de la urgencia que existe por terminar con el hambre en Argentina, la segunda prioridad del gobierno es el despliegue de las políticas educativas como principal herramienta de ruptura de la desigualdad social que existe en nuestro país”. En esa línea, destacó que “creemos que la institución social más importante para terminar con la desigualdad es la escuela pública”.
El funcionario también subrayó la importancia de tener en cuenta en el sector educativo, la implementación de las nuevas tecnologías. “En este nuevo momento del desarrollo tecnológico, la alfabetización no tiene que ver sólo con la lectura tradicional, que por supuesto es muy importante, sino también creemos que hay que fomentar la lectura en las multiplataformas”, dijo el Ministro. “Hay que generar distintas instancias de lectura en las distintas plataformas y lograr incentivarlas a partir de diferentes campañas que, tal cómo presentaremos mañana, serán parte de una política coordinada con todas las provincias del país”, agregó Trotta.
Con el Plan activo, el Gobierno propone la creación de un Consejo Asesor de Lectura compuesto por especialistas que aportarán sus conocimientos para definir las colecciones a distribuir bajo el sello del plan. Este consejo estará compuesto por rectores, por las distintas asociaciones de escritores, editoriales, universidades, referentes de la literatura y representantes de la comunidad educativa de las 24 jurisdicciones provinciales, para de ese modo “conformar una mesa plural que será la encargada de construir los acuerdos representativos en torno a las colecciones, los textos y las obras que formen el acervo del Plan”, explicaron desde el Ministerio a través de un documento. Además, según detalló Trotta, “el plan plantea que todos los libros que se adquieran deberán ser diseñados, editados e impresos por trabajo argentino”.
El Ministro también adelantó que en las próximas semanas presentarán un programa similar a lo que fue el Programa Conectar Igualdad -encargado de distribuir netbooks a todos los estudiantes de la escuela pública-, pero que en esta ocasión tendrá otro nombre y que “tendrá el desafío de fomentar el acceso tecnológico de nuestros niños, niñas y adolescentes”.
Dicho programa “incluirá un plan de conectividad de todos los establecimientos educativos de todas las provincias argentinas” ya que según él “creemos que el derecho a la lectura es un derecho básico que tiene que ser promovido y garantizado por el Estado y que tanto la distribución de libros, cómo era la distribución de computadoras, deben dialogar entre sí ya que no son tecnologías contradictorias”.